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Entrevista:JOSÉ MORATALLA | Alcalde en funciones de Granada | LA NUEVA SITUACIÓN MUNICIPAL

"Mi estado anímico desde un punto de vista institucional es incombustible"

La pérdida inesperada de la Alcaldía de Granada ha supuesto un duro golpe para el socialista José Moratalla. Pero transcurridos y superados los días peores, en que estuvo tentado a abandonar la política, ahora ya está listo para abordar la tarea de jefe de la oposición.

Pregunta. ¿Cuál es su estado de ánimo?

Respuesta. En la vertiente personal siento un poco de decepción. Estamos haciendo algo así como la digestión de un atracón pero institucionalmente no hay dudas que las elecciones las ha ganado el PP y que lo que teníamos pensados para el gobierno debemos llevarlo a cabo obligatoriamente como oposición. Mi estado anímico institucional es incombustible.

P. ¿Cuándo comprendió que había perdido las elecciones?

"Al principio uno piensa que no vale la pena seguir pero luego aparece la cordura"
"Si el electorado cree que la gestión en los barrios no ha sido buena, lo respeto"

R. En el hotel donde estábamos concentrados, cuando cerraron los colegios, examinamos las encuestas a pie de calle y vimos una contradicción con las que teníamos nosotros. Cuando vimos el resultado de algunas mesas de los barrios que son baluarte de la derecha empezamos a entender que era difícil ser la primera lista votada. Pero nunca, entre las ocho y las nueve de la tarde, pensamos que el PP lograría la mayoría absoluta. Sobre las diez empezamos a digerir que habíamos perdido.

P. En los días inmediatamente posteriores a las elecciones ¿se llegó a plantear renunciar a la política?

R. En esos momentos juegan varios sentimientos: el personal, el familiar pero también el compromiso de la responsabilidad política. En un primer instante, después de cuatro años de trabajo, cuando has dejado gran parte de tu tiempo, a veces incluso en el límite de la salud, uno piensa: 'Si no he recibido el respaldo por encima del esfuerzo no merece la pena'. Luego la familia te recuerdan: 'Ya te lo decíamos, la política es ingrata'. Pero a continuación viene la cordura y uno piensa que el compromiso con la ciudad sigue vivo y que mi responsabilidad no es otra que ponerme donde me han puesto los ciudadanos, que es en la oposición.

P. ¿Ha alcanzado ya a comprender por qué el PSOE perdió 4.500 votos respecto a 1999?

R. Yo he hecho unas aproximaciones personales. Si se suman los votos de del PA, PSA y Los Verdes el resultado es de 7.803. IU obtuvo 9.055 y nosotros 43.444. La suma total es de 60.312. Primera conclusión: el voto de la derecha (con 58.965 papeletas) está aglutinado en un solo partido y el voto progresista y de izquierda diseminado. Además el censo de 2003 de Granada ha descendido comparativamente con el de 1999 en 15.550 personas. No creo que haya una sola razón sino un cúmulo. Yo he hecho una especie de decálogo.

P. ¿Hay más?

R. Sí, la movilización ha sido tremenda en los barrios de Granada que votan tradicionalmente al PP. En los barrios más afines a nosotros la movilización no ha sido tanta. Las encuestas nuestras, que nos daban unas relativas buenas expectativas, han desmovilizado. En Granada la derecha tiene un suelo de hormigón. A partir de 1991 el PP siempre ha sido la lista más votada. Quizá nosotros no hayamos sabido trasladar las consecuciones de gobierno a la gente.

P. ¿Y el hecho de gobernar con otras dos fuerzas políticas?

R. Parece que tampoco nos ha beneficiado mucho, igual que en Barcelona o en Palma de Mallorca. Y hemos tenido polémicas innecesarias a costa del carril bici del Zaidín, la celebración de la Toma o la colocación de la estatua de caballo en el Ayuntamiento. En los tres casos no me arrepiento de como hemos actuado. La polémica de la estatua de Guillermo Pérez Villalta fue organizada por una plataforma ciudadana orquestada por el PP. En realidad, la escultura no es otra cosa que una bella obra de arte de la que me encuentro orgulloso. Y eso junto a que la campaña del PP ha sido más agrevisa, y la nuestra más a la medida del candidato, que no es una persona agresiva, y la escasa movilización del PSOE en los barrios, suma muchas razones para explicar la derrota.

P. Toda esa reflexión suya parece fundarse más en justificaciones que en la autocrítica. ¿No pudiera ser que el PSOE no ha ganado porque a la mayoría no les ha gustado su gestión?

R. Si el electorado cree que la gestión que se ha hecho en los barrios no es buena lo respeto. Se podría haber optado por obras más emblemáticas, pero en Granada lo que tocaba era un plan de reequilibrio de los barrios.. Puede ser que la gente prefiera un auditorio que la reforma de un barrio, pero sigo convencido que en esta fase tocaba otra cosa. Un reequilibrio que aún no está acabado.

P. ¿Teme que el próximo equipo de gobierno del PP aparque algunos de los planes que ustedes tienen en marcha?

R. Democráticamente, con la legitimidad de las urnas, tiene el derecho a hacer lo que quieran. Puede que el 16 de junio el PP llegue con una piqueta y quite el carril bici que, estoy convencido, no es la causa de todos los males.

P. El PP pretende cerrar el anillo de la circunvalación mediante una vía subterránea de 4,5 kilómetros que pasaría por una zona de gran fragilidad. ¿Cuál será la postura del PSOE?

R. No ha cambiado. Nuestro programa no lo hicimos al azar. Queremos que Granada tenga soluciones para el tráfico y pensamos en una serie de actuaciones combinadas. En el PGOU, que está de acuerdo con el plan del área metropolitana, no se contemplaba esa obra porque tiene un impacto ambiental importantísimo y un gran coste económico.

P. ¿Qué opina del equipo de personas que gobernará Granada en los próximos cuatro años?

R. Desde que lo vi no me pareció cohesionado ni con los perfiles idóneos, pero me reservo el juicio. Estaré en la oposición expectante para poder evaluarlo. El tiempo me dará la razón sobre mi primera intuición o reconoceré lo contrario si toda va bien, como dice el eslogan de Aznar.

P. Una de las áreas que ustedes seguirán minuciosamente es la de cultura, que estará en manos del concejal Juan García Montero. ¿Tiene alguna sospecha de que el PP va a desarrollar una política a su juicio incorrecta?

R. En anterior etapa del gobierno del PP el pueblo se manifestó y enterró simbólicamente la cultura. El concejal del área, Fermín Camacho, se acogió a una enmienda de la oposición para aumentar el presupuesto que su partido le negaba. Si hubiéramos gobernado, el alcalde habría tenido una actuación directísima sobre la cultura. Habrá que ver si la persona que va a gestionar desde la derecha la cultura tiene más nombre o más apellidos.

P. El PP prometió en la campaña una Expo para el 2012. Se ha visto que es imposible.

R. A Granada viajaron tres ministros a decir que la Expo vendría a Granada en 2012, pero el ministro de Presidencia, Mariano Rajoy, ya lo había pedido para el 2008 para Zaragoza. O es producto de una incompetencia o de un engaño. No sé cuál de las dos cosas es más grave. Yo dije que estaba dispuesto a escuchar a quien planteara el proyecto, pero aquí no ha venido nadie. Pero a la vista de las declaraciones del secretario general de la Oficina Internacional de Exposiciones creo que la propuesta es inconsistente. Si se trata de ganar votos a cualquier precio es un insulto a la inteligencia.

P. ¿Dejará de ser presidente de la FAMP?

R. No me cabe duda que tanto la federación andaluza como la española van a estar presididas por socialistas. Tampoco me cabe duda que no seré yo el presidente porque entiendo que debe presidir un ganador, para ser un estímulo de coordinación, y no un jefe de la oposición.

P. ¿Cómo valora sus años de presidencia de la FAMP?

R. Hemos conseguido cosas pero insuficientes. Logramos que yo fuera elegido por unanimidad, y se lo recuerdo ahora a Téófila Martínez. Se quitó la deuda a los municipios menores de 1.500 habitantes, y luego se hizo otro plan de saneamiento con los de menos de 10.000. Aumentamos el fondo de nivelación de la Junta de Andalucía, pero sigo creyendo que es insostenible porque el défícit estructural viene de tan lejos que estas acciones son incentivos puntuales.

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