Phedra, esa desconocida
La pequeña empresa dedicada a organizar actos deportivos aún no ha presentado avales para su oferta de 104 millones
Protagonista de la polémica sobre la cesión de los derechos televisivos que amenaza con paralizar el inicio del campeonato, Phedra Sport, SL, es una pequeña empresa que, con una facturación en 2001 cercana al medio millón de euros, ha realizado una oferta al llamado G-30 de 104 millones, si bien luego no la ha acompañado con los avales bancarios que se le han exigido.
Phedra se inscribió en el registro mercantil de Barcelona en noviembre de 2000 con un capital social de 6.000 euros. Eric Judkiewicz, un empresario afincado en España desde 1998, es su administrador único. Dos empleados y una secretaria componen la plantilla que maneja. Desarrolla su negocio en un bajo de la barcelonesa calle de Benet y Mateu. Su objeto social es, según figura en el registro mercantil, "la organización de todo tipo de manifestaciones deportivas, compra y venta de soportes publicitarios, consultoría de márketing, estudios de mercado y relaciones públicas y comercialización de derechos de televisión nacionales e internacionales".
A la vista de su cuenta de pérdidas y ganancias, la rentabilidad de Phedra parece indiscutible. En 2001 facturó 438.080 euros después de impuestos y tuvo unos beneficios netos de 91.521 euros. Desde 2002 se ha adentrado en nuevos mercados a través de su filial portuguesa, Phedra Sport Eventos Deportivos. Y en la actualidad, según fuentes de la propia sociedad y entre otros, posee los derechos de retransmisión televisiva de la Copa Intercontinental (Boca Juniors-Milan, el 14 de diciembre en Tokio) para Oriente Medio y el norte de África y de la Liga brasileña para España, Portugal y África.
El 23 de julio, durante una asamblea de la Liga Profesional, se supo que Phedra había realizado una oferta de 104 millones para la adquisición de los derechos televisivos de los clubes integrados en el G-30, una propuesta que superaba sustancialmente a las realizadas por Sogecable, de 84 millones, y Santa Mónica, un grupo vinculado al presidente del Murcia, Jesús Samper, que en tiempos fue secretario general de la propia Liga. Esa oferta incluía los derechos internacionales de los clubes, por 11 millones de euros, y los nacionales, por 93 millones. Aunque era la más elevada, quedaba pendiente de los avales, que, como puntualizó la Liga, debían presentarse antes del pasado día 11.
Acabado ese plazo, esos avales no han llegado a la Liga, aunque su comisión audiovisual, en un comunicado de esa misma fecha, decía confiar en que Phedra tuviera "solvencia financiera para afrontar el pago".
En cualquier caso, la comisión estimó conveniente continuar negociando la cesión de los derechos, pero ya sin la exclusividad exigida por Phedra en el inicio del tanteo. De este modo, se daba la oportunidad a Sogecable de mejorar la oferta que inicialmente había hecho.
Durante todo este tiempo, la postura de Phedra ha sido una incógnita. El representante de jugadores Manel Ferrer, su portavoz, se ha limitado a decir a este periódico que se han presentado "garantías", aunque no avales, y que cuentan con el respaldo de "un banco extranjero".
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