Lonjas para todos los gustos
Una exposición en Valencia y un catálogo desvelan los usos y secretos de 49 edificios civiles históricos valencianos
De las 200 lonjas identificadas en el Mediterráneo occidental, 49 están localizadas en tierras valencianas, desde el extremo septentrional de Zorita del Maestrat hasta el meridional de Elx. Sin duda, la Lonja de los Mercaderes de Valencia es la más conocida. No en vano, fue declarada en 1996 Patrimonio de la Humanidad. La Unesco argumentó que se trata de un tipo de edificio poco conocido y difícil de catalogar. De esta argumentación surgió la idea de crear un grupo investigador con el fin de catalogar y difundir el patrimonio arquitectónico de unos edificios que reflejan el paso de la sociedad medieval a la renacentista, simbolizando el advenimiento de la llamada sociedad civil, que busca un espacio propio en la ciudad, entre los poderes militar y religioso.
Una de las primeras actuaciones de los citados expertos fue la celebración del Congreso Internacional de Lonjas del Mediterráneo en 1998, fruto del cual ha sido la confección del catálogo Lonjas de la Comunidad Valenciana, dirigido por el arquitecto Salvador Lara, y la exposición con el mismo título que ayer se inauguró en la Llotgeta de la CAM de Valencia.
En ella se recogen las principales características de las lonjas valencianas, la situación en la que se encuentran, su descripción y un análisis tipológico y una explicación de su sistema constructivo. La exposición, que permanecerá en la Llotgeta hasta el 29 de octubre, está abierta al público en general, si bien se exhibe documentación que puede llamar la atención sobre todo a los estudiosos y aficionados a la historia del arte y de la arquitectura. A la historia en general.
De hecho, además del interés arquitectónico de estos edificios civiles, los lonjas acompañaron la "aparición del comercio civil" al propiciar la "liberación de la burguesía respecto del régimen feudal que se produce con el cambio de la Era Media a la Era Moderna y que en el Reino de Valencia se vincula con el periodo foral, momento de gran esplendor histórico", señala Lara.
Las lonjas surgieron como un "intento de cubrir la plaza", donde se producían las transacciones comerciales. Ahora la gran mayoría de ellas se han convertido en casas consistoriales u oficinas municipales, como las de Dénia, Xàbia, Ademuz, Alpuente, El Boixar o Villores, o simplemente, en un monumento de obligada vista, como sucede con la Lonja de Valencia.
El catálogo presentado ayer sorprende por la belleza de las lonjas reunidas, el descubrimiento de la existencia de muchas de ellas, los distintos usos que se reflejan y la variedad de datos sobre su historia. Bajo la dirección de Lara, han formado el grupo de trabajo Francisco Juan (Lonjas de Valencia), Santiago Varela (Alicante) y Enric Llop y Francis Grande (Castellón). Además han colaborado José Manuel Despiau y Carolina de Luz.
La Lonja de Villafranca del Cid, por ejemplo, es una escuela de niños, uso que se le dio en el siglo XIX; la lonja de Castielfabib fue oficina de telefónica hasta que fue abandonada y ahora se encuentra pendiente de restauración; la de Chelva es actualmente una vivienda de propiedad privada; la de Les Coves de Vinromà alberga un espacio público bajo el llamado portalet, y una propiedad privada; y la de La Sierra Engarcerán es el Centre de Jubilats La Serratina.
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