"El listón de Gasol es muy alto, yo me conformo con jugar"
Desde hace un año, Raúl López (Vic, 1980) pasea por las calles de la pequeña Salt Lake City con la cabeza llena de sensaciones y un único pensamiento: vivir el momento que ahora se le avecina, pero que llega con 12 meses de retraso. El debut del tercer español en la NBA se aguardaba hace un año, poco antes de que una nueva lesión en su rodilla derecha -la misma que ya se había roto en abril de 2001- le robara al base catalán, ex del Real Madrid, la oportunidad de compartir cancha con Stockton y Malone y tener a Jordan como rival. Pese al contratiempo, los Jazz, que lo habían seleccionado en la primera ronda del draft de 2001 con el número 24, insistieron en tenerlo cerca para cuidar su delicada rodilla y comenzar a integrarlo en el grupo. Han sido tiempos difíciles para Raúl López; meses de gimnasios, recuperaciones, de asistir como espectador a lo que más le gusta hacer: jugar a baloncesto. Confía en hacerlo ahora, cuando la pareja mágica Stockton-Malone ya no juega para unos Jazz, en los que el ruso Kirilenko brilla con luz propia.
"Tenía que salir solo de la situación, porque llegué lesionado a un sitio y a un equipo nuevos"
"Ahora ya entiendo todo lo que me dicen los entrenadores. Estoy preparado para aprender"
"A cualquiera le gustaría estar en unos Juegos, pero dependerá de muchas cosas"
Pregunta. ¿Cómo se ha sentido después de sus primeros partidos en la NBA, aunque fuesen de pretemporada?
Respuesta. He tenido una sensación agradable. Llevaba mucho tiempo sin competir al nivel que estaba acostumbrado en la selección o en el Madrid, ¡dos años es mucho!, y, de momento, me he encontrado bien.
P. ¿Cómo está su maltrecha rodilla?
R. De momento, no noto secuelas físicas. Sé que tengo que cuidarme, pero, de momento no tengo ningún problema, lo cual no quiere decir que más adelante no lleguen, pero...
P. ¿Toma precauciones especiales con ella?
R. Por ahora, no. Simplemente, llego bastante antes a los entrenamientos para hacer mis ejercicios, para calentar bien; sé que tengo que cuidar la rodilla e ir cogiendo ritmo.
P. ¿Durante todo este tiempo ha pensado alguna vez en arrojar la toalla, en que no merecía la pena tanto sufrimiento?
R. Mentiría si dijera que alguna vez no me he desanimado. Siempre tienes tus momentos malos, pero he intentado ser positivo y siempre he estado convencido de que volvería a jugar al baloncesto, aunque no supiera a qué nivel.
P. ¿Y lo quería hacer en la NBA o ya le daba igual donde fuera?
R. Después de la segunda lesión, cuando ya estaba aquí, mi objetivo era recuperarme para poder jugar; estar en la mejor forma posible para ver qué puedo hacer. En cualquier caso, yo lo que quería era jugar al baloncesto.
P. ¿Cómo era un día en su vida durante los últimos meses?
R. Por la mañana, hacía recuperación de rodilla, estaba con los fisioterapeutas, iba a la piscina... y así durante tiempo y tiempo, hasta que la rodilla me fue permitiendo hacer más cosas. Después empecé a trabajar la técnica individual, a jugar algún partido contra algunos compañeros, aunque no me entrenaba con el resto del equipo.
P. En este año de sinsabores ¿qué ha aprendido?
R. Ahora perder un partido o un mal entrenamiento no es nada; te enfadas un momento, pero al rato se te pasa. Antes, era más complicado. Me costaba más asumir ese tipo de cosas.
P. ¿Qué objetivos se ha marcado para esta temporada?
R. Ninguno. Simplemente, quiero estar en el equipo, poder jugar. Si logro eso, ya será muy importante. No me pondré metas ni altas ni bajas. Quiero ser yo mismo, volver a ser el mismo de antes.
P. ¿Qué es lo que aguarda con más expectación?
R. Siempre hay varios partidos que tienes en mente, jugar contra Pau será muy divertido, contra los Lakers, pero lo que me importa de verdad es simplemente jugar.
P. ¿Le pesa el tener que estrenarse con la imagen de Stockton siempre planeando sobre usted?
R. La comparación la hacen más los aficionados y la prensa que yo. Yo ni siquiera lo tengo en mente y los entrenadores tampoco; saben cómo soy y no me van a pedir que sea Stockton porque sería casi imposible. Tengo que ser el jugador que me hizo llegar aquí.
P. ¿Pero era un jugador que le gustaba, que le servía como modelo?
R. Me gusta cómo jugaba, cómo interpretaba el juego; eso era lo que le hacía superior a los demás: su control del ritmo de los partidos, él lo hacía como nadie.
P. ¿Pudo quedarse con algunas de las características que él poseía?
R. Se aprende, sobre todo, jugando. Desde fuera, puedes ver muchas cosas, pero hasta que no estás en la pista y lo pruebas...
P. ¿Qué consejos le dio Stockton?
R. Me dio consejos de tipo físico: que me cuidara, que pensara que la temporada era muy larga, que no me precipitara porque lo importante no era sólo volver a jugar, sino hacerlo durante mucho tiempo.
P. ¿Usted no se sentía parte del grupo?
R. Mi nombre estaba, pero yo no me sentía parte del equipo. Veías que los compañeros se te acercaban de vez en cuando, pero, en realidad, no formas parte del grupo y no te pueden tratar de igual modo.
P. ¿Se sintió solo?
R. Era consciente de dónde iba, de que de esta situación tenía que salir yo solo. Llegaba a un sitio nuevo lesionado y era normal que la gente no se volcara.
P. ¿Echó en falta el apoyo y la camaradería que puede haber en España?
R. Seguramente en España hay más camaradería, más apoyo, pero también es cierto que, cuando me lesioné en el Madrid ya llevaba un año y es normal que te apoyen más. Aquí partía de cero en todo.
P. ¿Se aburrió mucho?
R. Sí, me aburrí mucho. Suerte que mi hermana estuvo aquí una temporada larga y que siempre hay alguien con quien hablar...
P. ¿Sintió que Raúl López desapareció de los medios de comunicación durante un año?
R. Sé que la noticia no es seguir a un jugador lesionado, sino al que juega y está bien, soy consciente de ello y ni siquiera me he dado ni cuenta de ello. Yo sabía que volvería a jugar algún día y eso era lo que me importaba. El apoyo fundamental, el de personas concretas, siempre lo he tenido.
P. ¿Ha tenido tiempo para hacer amigos?
R. Amigos, realmente, no. Hablaba bastante con el chico que me llevaba a la recuperación en coche porque pasábamos bastante tiempo juntos y, además, hablaba español y un poco de catalán.
P. ¿Qué tal está su inglés?
R. Voy poco a poco. No soy un deshecho de virtudes, pero ahora ya entiendo todo lo que me dicen los entrenadores. Estoy preparado para aprender. Me pasé mucho tiempo completamente fuera del equipo y eso se nota.
P. ¿No fue a clases?
R. Sí, un día a la semana practicaba lo más básico con un profesor.
P. ¿Le dio rabia no poder estar en Suecia con la selección?
R. Pensaba que me iba a doler un poco más, pero no fue así. Seguí a la selección como cualquier otro aficionado, intenté apoyarla de lejos y disfrutar porque fue un campeonato para disfrutar. Lástima que le faltó acabar de rematar, pero ya llegará.
P. ¿Su objetivo con la selección es estar en Atenas el próximo año?
R. Ahora pienso en la NBA y en estar por lo que estoy. A cualquier jugador le gustaría estar en unos Juegos, pero yo tampoco tengo un sitio seguro en la selección. Depende de muchas cosas, de cómo juegue yo, de cómo estén los otros bases...
P. ¿Gasol es un modelo para usted o no sirve como referencia?
R. Somos jugadores muy diferentes y poca gente lo puede tener como modelo. Es un listón muy alto, un nivel espectacular. Él ya se ha ganado bastante respeto en la Liga, yo lo tengo todo por hacer. Pau siempre ha estado dispuesto a echarme una mano cuando lo necesitaba.
P. ¿Qué le ha aconsejado?
R. Que sea yo mismo, que intente jugar, que no me arrugue, que salga a la pista a dar lo máximo.
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