Cabezada al volante

8.11 Se inicia el recorrido por la autovía N-I en sentido Madrid desde Algete. Aunque en los dos carriles de un tramo anterior se circula lentamente, a unos 35 kilómetros por hora, la circulación a partir de ese enclave es fluida. Los automóviles pueden alcanzar fácilmente velocidades de hasta 115 kilómetros a la hora por el centro de la vía. Al poco, la marcha se ve reducida hasta 85 kilómetros hora por un mayor adensamiento de vehículos. La primera gran acumulación de tráfico se produce en el desvío hacia el polígono industrial de Alcobendas, en la salida del punto kilométrico 17, con una fila de medio kilómetro de coches.

El segundo parón sobreviene a las 8.22 en la cuesta que cruza bajo la cruz de la torre de la iglesia de los Dominicos de Alcobendas, donde la marcha pasa de 80 kilómetros a la hora hasta la detención completa. Cuando desde la partida en Algete se llevan recorridos 12,7 kilómetros, la parada es tan estanca que el conductor de un Mercedes metalizado color plata da una verdadera cabezadita con la testa ladeada sobre el volante. La retención culmina cuatro minutos después.

Se reemprende la marcha, que culmina a las 8.27 a 40 kilómetros por hora de velocidad por retenciones en la instersección de la N-I con la M-30.

A las 8.42 se reinicia el trayecto desde Madrid hacia Burgos, a 45 kilómetros a la hora, para al poco acelerar hasta una velocidad de 80 primero y 65 kilómetros a la hora después en un trecho de apenas 2.000 metros de distancia. En la salida del kilométro 12, el reloj marca las 8.51 y se circula a una velocidad de 60 kilómetros por hora. Nuevamente se produce un adensamiento en el ramal que desvía hacia el polígono industrial de Alcobendas, donde ya se adensa una caravana de hasta dos kilómetros de longitud.

En sentido Burgos, la cuesta de los dominicos no registra tanta densidad como en dirección opuesta. El tráfico transcurre tranquilo y los coches pueden aumentar su velocidad, sin que haya problemas salvo en la desviación hacia la urbanización La Moraleja y sus polígonos aledaños. El desvío hacia Algete resulta sencillo, gracias al tercer carril de que dispone este tramo de la N-I.

A las 9.01 ha culminado el viaje de regreso. Mientras, el conductor o sus acompañantes han podido ver cómo múltiples aviones despegaban del aeropuerto de Barajas en un día resplandeciente de sol, con una temperatura gélida que engaña al viandante.