Adams de segunda generación
La empresa familiar de formación extiende su actividad a Zaragoza
Tiene nombre inglés y corazón de empresa familiar castellana. Centro de Estudios Adams nació hace casi 50 años en un pueblo de Soria como una pequeña editorial. Hoy es un grupo de seis empresas relacionadas con la formación y conocida por preparar a opositores. Al frente está la segunda generación familiar -los tres hijos de los fundadores-, cuyo último paso ha sido abrir un centro en Zaragoza. La inversión asciende a unos 961.000 euros.
La empresa empezó en 1957 en un pueblo de Soria como un pequeño negocio familiar de venta de libros por correspondencia
El 40% de los ingresos del grupo, que en 2002 ascendieron a casi 19 millones de euros, proviene de las clases para opositores
Jesús Pérez era secretario del Ayuntamiento de Calatañazor (Soria) en los años cincuenta. Casado y con hijos, llegaba justo a fin de mes. Así que empezó a pensar cómo completar su sueldo público. La respuesta le llegó en 1957: tomó prestado parte del apellido de su esposa y fundó Ediciones Valbuena, con la que empezó a vender por correspondencia libros de leyes, guías para los aspirantes a secretario como él.
"Era una actividad complementaria", recuerda su hija, María Jesús Pérez Ruiz de Valbuena, la actual consejera delegada de la empresa, cargo que comparte con sus dos hermanos. De esa pequeña editorial surgió Centro de Estudios Adams en 1961 en Madrid, adonde se había trasladado la familia. El padre dejó su puesto municipal y se dedicó por completo a la formación. Escogió el nombre porque "en esa época todo lo que tenía un toque extranjero resultaba moderno", explica su hija.
La empresa tiene hoy centros en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, y, desde el mes pasado, en Zaragoza, donde tiene capacidad para unos 2.000 alumnos. Cada año pasan por los centros Adams alrededor de 20.000 estudiantes. Muchos lo hacen para preparar oposiciones, la actividad más conocida de la empresa. Desde 1989 y hasta el año pasado lograron este objetivo 24.533 de ellos.
Adams es algo más que un centro de preparación de opositores. El 40% de los ingresos de la compañía, que el año pasado facturó casi 19 millones de euros, vienen de estas clases y de la venta de libros (25%); pero también de formación subvencionada (23%), cursos dirigidos a profesionales -secretaria de dirección, por ejemplo- y venta on line (2%).
Los tres hijos al frente
La nueva etapa de Adams se inició en 1989, cuando los tres hijos tomaron el relevo. Los dos varones, Juan Manuel y Jesús, ya trabajaban con sus padres, y María Jesús se sumó al proyecto tras pasar 11 años en un despacho de abogados. Empezó la expansión: Valencia (1990), Sevilla (1991)...
"Heredamos un negocio familiar más que una empresa", recuerda la consejera delegada, que aún se emociona cuando habla de sus padres, ambos fallecidos. Desde entonces, la principal estrategia ha sido reinvertir en la propia empresa "entre el 80% y el 90%" de los beneficios anuales, ampliar el negocio y consolidar los centros, todos propiedad de la empresa.
En el año 2000 dieron uno de los pasos más difíciles en cualquier empresa familiar: profesionalizar la gestión. Empezaron a delegar en un pequeño grupo de directivos y se crearon direcciones funcionales para coordinar las actividades de los centros. A pesar de ello, Adams sigue teniendo tres cabezas principales. "Queremos mandar los tres hermanos", bromea la consejera delegada. Ya en serio, explica que se organizan para rotar, lo que es "una buena forma de hacerse prescindible y garantizar su continuidad".
El cambio coincidió con los peores años de la empresa. "La crisis más importante la vivimos en 2001", reconoce su responsable. "El mercado no estaba muy boyante y la nueva organización fue muy costosa. Fue muy duro internamente, pero no se nos notó".
Según la consejera delegada de Adams, la crisis de credibilidad de las academias, tras la quiebra de Opening, tampoco ha hecho mella en Adams: "A los centros tradicionales nos ha beneficiado, porque el consumidor se ha dado cuenta de que no tiene que pagar por un servicio más que cuando se le presta". En su empresa lo estudiantes no pagan matrícula.
Adams no descartan abrir centros en otras comunidades, como Galicia y Castilla y León. Lo que aún parece lejano es el tercer relevo. Con los tres hermanos aún en los 40, "nadie piensa en jubilarse".
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