150 diputados laboristas se rebelan contra un plan de Blair

Tony Blair hizo ayer frente a la rebelión del laborismo contra la reforma de las tasas universitarias. El primer ministro británico se reunió con su grupo parlamentario para convencerles de la importancia de apoyar al Gobierno en este asunto cuando son ya 150 los diputados rebeldes que han firmado una moción parlamentaria en la que recuerdan al primer ministro que existen otras alternativas.

El Gobierno quiere dar libertad a las universidades para que cobren a los alumnos las tasas que les parezcan más convenientes, con un límite de 3.000 libras por curso (4.300 euros al cambio de ayer). Pero con el nuevo sistema, los alumnos no estarían obligados a pagar ni un penique hasta que estuvieran graduados, empleados y cobrando un salario anual de más de 15.000 libras (21.400 euros). Pese a esas y otras facilidades, el ala izquierda del laborismo cree que el nuevo sistema perjudicaría a los estudiantes más pobres y les disuadiría de acceder a la Universidad, y prefieren que el Gobierno solucione por la vía de los impuestos los problemas de financiación de las universidades.

El primer ministro se ha tomado el asunto muy a pecho y ha dejado muy claro en todo momento que considera esta reforma fundamental para el Gobierno y que no va a dar marcha atrás. Pero, ante los avisos desde el grupo parlamentario de que iba a perder la votación sobre la reforma que estaba prevista para esta semana, Blair ha decidido retrasarla hasta enero.

En realidad se trata de un arriesgado órdago del primer ministro porque para entonces está previsto que el juez lord Hutton publique sus conclusiones sobre el caso Kelly. En esas circunstancias, una votación sobre las tasas universitarias podría ser interpretada como un plebiscito sobre el liderazgo de Blair en el Partido Laborista y en el Gobierno. Una jugada que algunos comentaristas consideran muy arriesgada dado el constante deterioro de la imagen del primer ministro y el ejemplo dado hace unas semanas por los conservadores, que destituyeron a su anterior líder, Iain Duncan Smith, y en unas horas aclamaron a Michael Howard como su sucesor, nombrado oficialmente en una semana.