Moción de censura o de confianza

"Si en vez de la Universidad Politécnica de Valencia esto fuera un Parlamento, estaríamos hablando de si vamos hacia una moción de censura, en el caso claro, de que una de las dos candidaturas de oposición ganara el jueves -aunque fuera por minoría en primera vuelta,-; o si, por el contrario, el rector Justo Nieto consigue revalidar su sexta reelección, logrando el último 'voto de confianza' para los próximos cuatro años, que serán decisivos tanto para la casa, como para el sistema universitario español". Ésta es la gráfica imagen con que dos veteranos en la gestión de la segunda universidad de la Comunidad Valenciana en número de alumnos -y la primera por volumen de I+D+i contratada- resumían el jueves pasado durante el cóctel tras el solemne acto de investidura del vicepresidente ejecutivo de Ford, David W. Thursfiel, como doctor honoris causa, la situación al tratar de interpretar de la manera más clara posible lo que "está en juego en la elección", que se celebrará el próximo día 12.

Un escenario de retos "decisivos" por delante como la LOU, el Espacio Europeo o la financiación

Pese a que ninguno de los profesores arriba mencionados ha formado parte del organigrama de gobierno del rector Nieto en el último cuatrienio, pero sí en otras ocasiones, el "símil parlamentario" es compartido también en la esfera de la oposición que -en un gesto de autocrítica- admite que "la conformación de una candidatura alternativa, capaz de vencer a un veterano como Nieto se ha hecho tarde, y por separado". Esto es, la voluntad declarada de ambos en aras de un "cambio sin rupturas" al que han apelado abiertamente -aunque por separado, durante los escasos 10 días de campaña establecidos- tanto quien fuera el número dos del propio equipo rectoral de Nieto hasta su dimisión en julio pasado, el catedrático de Ingeniería de Proyectos, Eliseo Gómez-Senent, de 62 años, que presenta un Pacto de progreso; como el director de la Escuela Politécnica Superior de Gandia, Juan José Moragues, de 49 años. De hecho, esta vez no ha habido rupturas previas ni algaradas contra el supuesto "estilo presidencialista" del rector, al contrario de lo que sucedió hace ahora cuatro años en la última campaña, donde Nieto estuvo a punto de perder la elección en segunda vuelta por "dos ajustados votos" contra el catedrático de Arquitectura Pedro Miguel Sosa, hoy firmemente comprometido con la candidatura de su "compañero de pupitre" Juan José Moragues, aunque no figure en la estructura de gobierno que se presenta bajo el lema Una Universidad mejor para todos.

Más bien, y en contra de todos los pronósticos, dos de los cinco vicerrectores que "dieron el golpe" contra Nieto hace cuatro años, Juan Julià y Vicente Mas, se han desmarcado de la oposición y se sitúan ahora en la esfera del rector. Reveladora es la fotografía de ambos, junto a Joan Llavería, que fuera uno de los hombres más emblemáticos del cambio en la anterior campaña, el decano de la Facultad de Bellas Artes -uno de los centros clave en cualquier elección-, sentados en la misma mesa a finales de enero, junto a Javier Sanz, el hombre fuerte del equipo económico anterior y del nuevo gabinete con que Nieto se presenta a su reelección.

Una fotografía que también, y contra todos los pronósticos, no fue la única. La "capacidad de convocatoria" de Nieto hoy por hoy se vio desbordada con 746 comensales a finales de enero, en la cena-homenaje a sus prácticamente 18 años de gestión inninterrumpida al frente del rectorado y 22 desde que ganó la elección a decano de Industriales, precisamente, contra Francisco Ruvira (tío del actual candidato Gómez-Senent y figura clave en la consolidación de la Ingeniería de Industriales frente a la de Navales, que proponía el ministro franquista de Educación, Villar Palasí) que, sin embargo, se encuentra más en sintonía con el proyecto de Nieto que lleva por lema Para seguir mejorando. Y donde Nieto, paradójicamente, afirma "sin complejos" que apuesta por "cambios en profundidad" frente al "escenario apasionante de los próximos años" con retos "decisivos" por delante como "el desarrollo pendiente de la LOU, la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, o la negociación en ciernes del nuevo Plan Plurianual de Financiación dentro del marco de la futura Ley General de Universidades valenciana".

La palabra continuidad aparece, sin embargo, en diferentes partes y declaraciones de los programas de las dos candidaturas alternativas y, sobre todo, en referencia a determinadas medidas sobre docencia e investigador, donde como opina Carles Birigay, "es difícil deslindar las propuestas continuistas de las innovadoras".