Clos identifica los valores de los premios Ciutat de Barcelona con los del Fòrum

En marcha ya la cuenta atrás para el inicio del Fòrum, fueron varias las referencias al evento durante el acto de entrega de los premios Ciutat de Barcelona, que se celebró anoche en el Saló de Cent del Ayuntamiento. El alcalde de la ciudad, Joan Clos, identificó la diversidad de las distinciones y los galardonados así como la creatividad que reconocen los premios con los valores del Fòrum. El alcalde agradeció su aportación a los premiados "porque habéis demostrado que con voluntad, ingenio, pasión y creatividad se puede hacer una ciudad mejor".

El discurso de Clos cerró de forma solemne un acto que en líneas generales discurrió por los angostos caminos del protocolo. Los premios Ciutat de Barcelona se entregan en 16 categorías diferentes para destacar las aportaciones más destacadas realizadas en todas ellas. En muchos casos, además del ganador se incluye también una mención, con lo que la nómina de personas distinguidas es muy numerosa. Los ganadores disponen sólo de un minuto para agradecer el galardón, y ayer muchos lo agotaron en recordatorios para las personas de su entorno profesional y familiar y, por supuesto, para los miembros del jurado. También, por supuesto, hubo excepciones.

Andreu Buenafuente (premiado en la categoría de medios de comunicación en radio y televisión) mencionó a sus colaboradores en el programa Una altra cosa, que le ha valido el galardón, pero también se lo dedicó a él mismo: "Porque sin mí no estaría donde estoy". Demostró así una vez más que no le falta humor, un bien que, según dejó claro en su parlamento, escasea. "Un país que no sabe reírse de sí mismo no es un país completo, y éste no es un país completo", aseguró. También Marcel.lí Antúnez (multimedia) optó por la excepción, es decir, por el tono jocoso, al agradecer un premio "que a diferencia de muchos otros, tiene una dotación económica [7.800 euros], y eso siempre va bien".

La solemnidad no estuvo en absoluto reñida con la emoción. El director de El Periódico de Catalunya, Antonio Franco (medios de comunicación en prensa escrita), dio las gracias a quienes le han ayudado "a ser periodista", a sus compañeros de la redacción, y a todas las personas que participaron en la manifestación de Barcelona contra la guerra de Irak del 15 de febrero de 2003, cuya cobertura ha proporcionado el premio al periódico que dirige. Junto a los agradecimientos abundaron también las reivindicaciones y peticiones. Joan Hernández Pijuán (artes plásticas) pidió al alcalde "que el Museo de Arte Moderno no esté cerrado mucho tiempo". Ricard Solé y Ramon Ferrer (investigación científica) aprovecharon para recordar: "Los becarios de investigación no tenemos los mismos derechos que el resto de trabajadores". Hermann Bonnin (artes escénicas) animó a los barceloneses a "reivindicar su derecho a Brossa y a Palau i Fabre", en referencia a autores poco representados en la cartelera teatral de la ciudad. Ferran Adrià (proyección internacional) reclamó valentía, "porque si queremos ser un país con proyección debemos ser valientes, lo cual significa creer en la creatividad".

En un año muy dulce para él - y también para la vida cultural en Barcelona, como recordó el concejal de Cultura, Ferran Mascarell, en su tradicional balance-, Adrià valoró especialmente el Ciutat de Barcelona "porque lo mejor que te puede ocurrir es que te quieran en casa". Durante el acto se entregaron también los premios a Miguel Poveda (música), James Henry Mann y la editorial Gustavo Gili (diseño), Manuel Barrios (audiovisuales), Josep Samitier, Manuel Puig-Vidal, Ignasi García y Carole Rossi (investigación tecnológica), Justo Navarro (literatura en lengua castellana), Imma Monsó (literatura en lengua catalana), Xavier Pàmies (traducción en lengua catalana), Santi Barjau y Víctor Oliva (historia de Barcelona) y Josep Llinàs (arquitectura y urbanismo), además de las menciones en varias categorías.