Empanada de museos

Hace tres lustros cumplió con el sueño de un viaje a Europa. El cantautor uruguayo, que acaba de presentar su nuevo trabajo, Eco, jura que no repetirá semejante paliza.

Creo que decidió hacer el petate para resolver una seria crisis vocacional.

Sí, estudiaba sexto de Medicina y quise hacer un parón para replanteármelo. Tenía 25 años y una novia que me acompañó en el viaje, y cinco meses por delante para hacer kilómetros.

La fiera cotilla que llevo dentro me obliga a preguntarle si sobrevivió la pareja al palizón europeo.

No, al poco de volver nos separamos. Así que regresé sin novia y con una profunda aversión a los museos. Los vimos todos: el Louvre, el Van Gogh, el Prado, los Uffici... Naturalmente, ya no recuerdo dónde vi cada cosa; así que de vez en cuando le consulto a aquella chica, que hoy es mi amiga.

¿Y cuál fue el itinerario?

Salimos de Montevideo a Nueva York, y de ahí a Madrid. Después, Barcelona, Alicante y Valencia, donde pasamos un mes y di mi primer concierto en vivo. Luego vendrían Francia, Italia, Grecia, Bélgica, Holanda, Suiza... y no volvimos sin ver Israel y Egipto.

Estoy mareada, ¿cómo hicieron semejante recorrido?

Sobre todo, en tren. Llevábamos una tarjeta para movernos por Europa a bajo precio.

Imagino que no repetirá un viajecito tan intenso.

Ahora prefiero llegar a una ciudad y quedarme en casa de un amigo. Pasear, mezclarme con la gente y ver locales de música.