"La corrida de toros es quizás la forma más alta de cultura popular"
Pedro Romero de Solís (Sevilla, 1939) es profesor titular de Sociología de la Universidad de Sevilla y autor del libro Sacrificio y tauromaquia. Romero de Solís es un gran conocedor del mundo taurino. Dirige, además, la prestigiosa Revista de Estudios Taurinos, que acaba de celebrar su décimo aniversario.
Pregunta. ¿Cuál fue el proceso de creación de la revista?
Respuesta. Profesores e intelectuales queríamos reflejar en una revista la tauromaquia desde la perspectiva cultural, descubrir la polisemia que encierra la fiesta. Historiadores, profesores de literatura, sociólogos y personas vinculadas a la Universidad con una mirada muy diversa nos pusimos manos a la obra. Sacamos dos números al año con una tirada de un millar de ejemplares.
P. ¿Qué repercusión tiene esta publicación?
R. Revista de Estudios Taurinos tiene una difusión pequeña. Nos la patrocina la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, que se queda con la mitad de la tirada, que distribuye entre caballeros maestrantes. Otra parte va destinada a los 200 suscriptores. El resto se distribuye entre los miembros de la Fundación de Estudios Taurinos y colaboradores. Hay asimismo ejemplares que se pueden adquirir en librerías de la Cadena Beta, Casa del Libro, tienda de la Maestranza... Cada ejemplar cuesta 10 euros.
P. ¿Qué supone cumplir 10 años?
R. Todo esto ha supuesto la publicación de 5.000 páginas sobre el mundo del toro. Esta revista es el proyecto de revista cultural taurina más importante de la segunda mitad del siglo XX. Hemos recibido dos premios: uno de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña y otro de la revista bilbaína Clarín Taurino. Curiosamente, son premios que proceden de Cataluña y el País Vasco.
P. El director de cine Agustín Díaz Yanes escribe en el último número.
R. Agustín Díaz Yanes es un cineasta muy aficionado a los toros que escribió un artículo precioso sobre Joselito y Belmonte. Es hijo de un banderillero. En sus películas siempre aparece alguna referencia a los toros. Agustín Díaz Yanes es muy amigo de Curro Vázquez y Antoñete.
P. ¿A qué colaboradores de la revista destacaría?
R. A mí me valen todos. No quisiera poner a unos y quitar a otros. Son 150 las personas que han colaborado con la revista desde perspectivas completamente distintas dando a sus artículos un rigor científico y académico. La revista es citada en Francia, Portugal. México... Es una revista de élite, dirigida a personas a las que les interesa una dimensión cultural que no puede ser masiva. Los lectores de la revista son personas con afición a los toros que quieren descubrir sus significaciones y antecedentes históricos.
P. La revista tiene un consejo asesor de lujo con escritores de la talla de Fernando Savater, Francisco Brines y Felipe Benítez Reyes.
R. Nuestro consejo asesor garantiza la calidad y el esfuerzo que contiene cada número de la revista. En el consejo asesor hay cinco franceses -Bartolomé Bennassar, Domingo Fournier, Frédéric Saumade, Bernard Vincent y Araceli Guillaume-Alonso- y un canadiense, Dan Harlap, que fue el director de una revista cultural maravillosa que se llamaba Taurología. Y lo mismo pasa con el consejo de redacción, en el que hay ocho profesores de Universidad. Se han interesado por la publicación ecologistas, historiadores, antropólogos y sociólogos porque es una manera de rendirle homenaje a una fiesta que contiene tantas significaciones que es imposible comprenderla desde una sola perspectiva.
P. ¿De dónde viene el interés que muchos intelectuales sienten hacia el mundo taurino?
R. A diferencia quizás de lo que ocurre en otros países, la cultura popular es riquísima en España. Es muy difícil que escritores y pintores puedan sustraerse a la potencia creativa de la cultura popular. La corrida de toros es quizás la forma más alta de cultura popular porque es síntesis de la danza, del conocimiento del animal, de la indumentaria y de ciertas dimensiones militares. Este último aspecto es debido a que es un combate. Es una estructura en función de la búsqueda del héroe, de aquella persona que se nos propone como modelo ético. Es muy curioso que el torero haya aprendido siempre en un medio popular la enseñanza taurina. No sólo tiene que transmitir una técnica, sino que esta enseñanza también tiene que preparar espiritualmente a los niños, formarlos para que sean capaces de enfrentarse a la muerte. Para eso no hay pedagogos, psiquiatras ni psicólogos. Es exclusivamente una enseñanza popular que integra miradas al alma y miradas a la técnica y a la conducta y comportamiento del animal.
P. ¿Esto tiene un reflejo en la sociedad en general?
R. Es curioso cómo el pueblo ha sabido construir al héroe. Cuando un futbolista hace una gran jugada o un guitarrista consigue un solo memorable, el público le dice "torero". Aquí lo más alto, se reconozca o no, es el torero. La cultura ibérica sabe que ahí está la forma más alta de cultura, en la que el torero es el que va más allá de todas las limitaciones que tenemos.
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