PAULA MIHAELA SFEATCU: 'Acurrucaba' a las plantas
Paula Mihaela, trabajadora rumana del servicio doméstico, de 27 años cumplidos en enero, no tenía familia en España. Sus padres, sus dos hermanas y su hermano ven estos días por televisión desde su ciudad, Alexandria, al sur de Rumania, las imágenes del 11-M y las listas de fallecidos en las que aparece su hija. La familia era pobre, con el padre en paro y la madre de ama de casa. Ella vino a Madrid hace nueve meses con su novio, Mihael Enache, de 24 años. Se habían conocido hace tres años en su país, donde ella era dependienta en una tienda de ropa.
Vivían en Entrevías, en un piso que ella tenía lleno de plantas. "Le encantaban", comenta Mihael. "Tenía de todos los tipos y por todas partes", recuerda mientras muestra un taco de fotografías. En todas en las que aparece en su casa, Paula está rodeada de plantas. En una de ellas, parece abrazarlas. "Les tenía tanto cariño que cuando las veía tristes las acurrucaba y las cuidaba como a personas". Los dos compartían sueño con un enorme ratón gris de peluche que él le había comprado por su cumpleaños, y que estaba siempre por medio. No era el único. "Lo tenía todo lleno de peluches, sobre todo de monitos", cuenta Mihael.
Paula adoraba a los niños, pero no querían tener hijos porque no estaban casados. Pertenecían a la Iglesia ortodoxa de su país. Su amiga Mónica Dragnea asegura que "su sueño era regresar a Rumania para casarse por el rito ortodoxo".
Paula pasó tres meses en paro nada más llegar a Madrid. Ahora estaba más contenta y habían comprado un equipo de sonido en el que ella ponía música de baile latina. Había encontrado trabajo para limpiar tres casas. Para llegar a la primera, en Majadahonda, tomaba el tren en dirección a Atocha a las 7.20.-
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