Serena saca de nuevo

Hacía ocho meses que no competía, pero no pareció en ningún momento que hubiera estado tanto tiempo en el paro, más implicada en desarrollar sus dotes como actriz que su tenis. Serena Williams volvió la semana pasada en el torneo de Cayo Vizcaíno y lo ganó. Un hecho que no diría mucho en favor de la calidad del circuito femenino, a no ser porque en la competición no estaban seis de las diez primeras jugadoras.

"Honestamente", indicó Serena, "no esperaba ganar en el torneo de mi regreso. Estoy asombrada". Serena ganó en la final a la rusa Elena Dementieva por 6-1 y 6-1 en sólo 50 minutos. Y demostró de nuevo que es la única jugadora que puede romper la hegemonía que han establecido en el circuito femenino las belgas Justine Henin y Kim Clijsters.

Su último título se remontaba al año pasado en Wimbledon, donde conquistó el quinto de los últimos seis grand slams que había disputado. Su hegemonía en el circuito era tal que no sólo disfrutaba de la posición de líder de la clasificación mundial, sino que era difícil verla perder. Cuando una lesión en el cuádriceps de la rodilla izquierda la dejó fuera de juego, Serena llevaba un balance de 38 victorias y sólo tres derrotas. Fue operada el 1 de agosto de 2003. El 11 de aquel mismo mes perdió el liderato mundial, que pasó a manos de Clijsters. Y en septiembre cayó hasta la tercera posición, la más baja desde julio de 2002.

"No sé lo que puede ocurrir en los próximos meses", indicó Dementieva; "para establecer con claridad su nivel debe enfrentarse a Clijsters y Henin, que no estaban en este torneo. Pero su nivel sigue siendo muy alto. Me sorprendió que jugara tan bien tras un parón tan largo".

Con anterioridad, sólo Mónica Seles había logrado ganar un torneo tras un parón tan largo. El de Seles lo fue más porque fue apuñalada en 1993 y regresó en el Open de Canadá en 1995.