Valencia, meca de coleccionistas
La Ciudad de las Ciencias acoge la Exposición Mundial de Filatelia, que prevé atraer a 90.000 visitantes
Vienen de los lugares más recónditos arrastrados por el paradigma de todo cuanto puede ser coleccionado: los sellos. En concreto, 250.000 unidades, procedentes de todo el mundo, capaces de atraer a la Ciudad de las Ciencias de Valencia a cerca de 90.000 visitantes en nueve días -desde el pasado sábado y hasta el domingo-, según el director de Filatelia, dependiente de la Sociedad Estatal de Correos.
Por los pasillos de la Exposición Mundial España 2004 puede uno encontrar coleccionistas de la ciudad alemana de Bremen, del norte de Italia, de Estados Unidos o del Alentejo portugués. Los visitantes extranjeros representarán, según algunas fuentes, cerca del 25% del total. Sin ir tan lejos, había ayer también un autobús con 47 personas venidas de Burgos, y 80 jubilados llegados en barco desde Palma de Mallorca.
Correos presenta hoy dos sellos dedicados al doblete del Valencia
La muestra se extiende por las dos plantas de l'Umbracle, por el interior del Museo de las Ciencias, y viene a ser un paraiso para los iniciados en la filatelia, sin dejar de tener interés para el público en general. Y es que en los expositores pueden encontrarse infinitas curiosidades, algunas de las cuales son joyas con un notable valor artístico. ¿Que uno quiere ver una colección sobre perros de raza? Allí la tiene. ¿Que quiere echar un vistazo al homenaje al centenario del zepelín celebrado en Nicaragua en 1977? Basta con buscar su ubicación en el catálogo, a la venta por 18 euros. Los amantes del orientalismo preferirán probablemente la de Historia postal de Nepal, con ejemplares prefilatélicos que van desde 1810 hasta 1881, y los nostálgicos del Imperio Español la dedicada a las colonias españolas en África.
La filatelia está por encima de las contingencias políticas, y entre los sellos expuestos puede encontrarse una serie con las 27 efigies realizadas en honor al general Franco, pero también todos los aparecidos durante la II República Española -incluidos los emitidos durante la Guerra Civil-, o los fabricados durante el fugaz reinado de Amadeo de Saboya -de 1870 a 1873-.
El cuarto de millón de sellos están comprendidos en 4.000 vitrinas y perfectamente clasificados. La gran divisoria separa a la llamada Corte de Honor de las demás. En ella está la aristocracia mundial de los sellos: Desde la colección privada del príncipe Rainiero de Mónaco a la Historia postal de Constantinopla; y desde una serie titulada Siam clásico a otra, propiedad de un italiano, llamada Grandes Reyes, grandes viajes, grandes descubrimientos. Fuera del mercado, cada uno de estos conjuntos tiene un precio que un docto colecccionista alemán cifra en hasta tres millones de euros.
Ninguna de ellas puede competir en el concurso organizado por la Exposición, en él que participan varios cientos de colecciones privadas, también exhaustivamente ordenadas por áreas: filatelia tradicional; aerofilatelia; astrofilatelia; sección temática -desde Sal y sodio hasta Tabaco-; historia postal; filatelia juvenil... Un jurado internacional deberá elegir a la mejor y a las dos siguientes, que serán premiados al final de una cena prevista para el viernes.
En la muestra también tienen espacio los comerciantes, cuyos 80 puestos forman una larga fila delante de l'Umbracle. En ellos pueden comprarse sellos de diversas casas del mundo.
Como homenaje a la tierra que acoge el certamen, existe también un apartado dedicado a temas valencianos. Allí están representados el circuito Fernando Tormo, el músico Vicente Soler, o la celebración de la Copa del América. Un lugar especial se reserva para el Valencia Club de Futbol; con motivo del doblete conseguido por el equipo, Correos y la Casa Nacional de la Moneda presentarán a las 12:30 de hoy, dos sellos. Uno dedicado a la conquista de la Liga y otro a la Copa de la UEFA. Al acto acudirá el presidente, Jaime Ortí.
La muestra ocupa 50.000 metros cuadrados y en ella participan representantes de 75 países. Es una ocasión única para conocer o profundizar en el conocimiento de los sellos, algunos de los cuales poseen dibujos excepcionales. El único problema, advierte Javier Pérez, presidente del círculo filatélico de Burgos, es que, habiendo tantos, uno termine irremediablemente aburrido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.