Vuelve el sosiego con Bebo Valdés, Mariza y Luis Pastor

Tras el ciclón de Festimad, con Korn desplegando elevadas cargas de decibelios y Patti Smith lanzando soflamas contra Bush, y el repaso anoche a la historia de los Beatles a cargo de Paul McCartney, se presenta una semana más tranquila que arranca hoy mismo con la sensibilidad de Luis Pastor. Bebo Valdés se juntará con Alicia Keys y El Cigala; Mariza revisa el fado, y Nitin Sawhney, la música de la India.

- Amor y sensibilidad. Pásalo se llama el disco nuevo de Luis Pastor. Juega el título con el nuevo sistema de comunicación a través de la telefonía móvil, el deseo de difundir su música y el sospechoso cigarro que aparece fumando en la portada. Otro cantautor, el argentino Kevin Johansen, se encierra tres días en el mismo club para seguir enseñando las canciones de Sur y no sur y De Nada, los dos discos que han dado a conocer en España esa sugerente y original música que mezcla la cumbia y la milonga con la actitud de un rockero bohemio. Juan Sinmiedo presenta el valiente disco que ha grabado invitando a artistas como Esmeralda Grao, Cristina del Valle, Mercedes Ferrer o Carmen París y que ha llamado Mujeres sin miedo. Vuelve la madrileña Merche Corisco a los garitos de la ciudad, acaso su lugar natural. Dayna Kurtz sería el espejo en el que le gustaría mirarse a Corisco, pues es la típica cantautora americana que se recorrió las carreteras de su país con una guitarra a cuestas y tocando en garitos infectos. Presenta Beautiful Yesterday, con alguna versión de Cohen y Prince.

El fado portugués adquiere una dimensión nueva con la propuesta de Mariza, que sorprendió con su obra Fado curvo.

- Músicas desnudas. Y es que la música interpretada desde el sosiego, sin el apoyo abrumador de gran banda eléctrica, es el concepto que vuelve a inspirar este año el ciclo Acústicas: Músicas al desnudo, que arranca esta semana en el Centro Cultural de la Villa. Lo abre Josele Santiago, que, tras dejar el mítico grupo de Malasaña Los Enemigos, debuta en solitario con Las golondrinas etcétera; continúa con el jazz del saxofonista Bob Sands, el piano flamenco de Dorantes y las canciones de Rebekka Bakken.

Pilar Rodríguez-Castillo sostiene que al mundo le falta un tango y así titula el espectáculo que ofrece esta semana. Por su parte, el músico de origen indio Nitin Sawhney cierra el ciclo Travesías que desde hace unos meses, y a estancias del consulado británico, ha estado mostrando en Madrid las nuevas propuestas culturales facturadas en Inglaterra por artistas de ese mismo origen.

- De otros tiempos. El swing se ha vuelto a poner de moda y aparecen jóvenes artistas que se miran más en estrellas como Frank Sinatra, por ejemplo, que en otras más recientes. Michael Bublé es el ejemplo más claro, y ese sabor añejo de sus canciones le ha catapultado a la fama apenas debutar. De otros tiempos, o de otra galaxia, parece también el octogenario y encantador pianista Bebo Valdés. Simpático, vitalista y seductor, Bebo acaba de publicar un extenso trabajo llamado Bebo de Cuba, que estrenará próximamente en Madrid con una gran orquesta; pero mientras, esta semana vuelve a juntarse con el cantaor El Cigala, con el que ya tiene algo más que complicidad, y con la pianista y cantante norteamericana Alicia Keys.

- Descarados y rockeros. El rock pasa esta semana por La Unión, La Herejía o Los Anónimos, un megagrupo formado en Madrid con legendarios componentes de formaciones míticas como Desperados o Glutamato Yeyé. O por Venus, donde está el genial Guillermo Piccolini, uno de los creadores de la célebre banda de humor y cinismo Los Toreros Muertos.

Se vuelve a intentar en España la introducción de Robi Dräco Rosas, un artista que, como Ricky Martin, también salió de las filas de Menudo. De hecho, es el autor de Livin la vida loca, que le valió a su ex compañero reconocimiento mundial, pero que no logró sacarle del anonimato. Desde la disolución de Menudo, o sea hace casi 20 años, ha habido serios y sucesivos intentos de que Robi Rosa triunfara en España y sus mentores siguen dispuestos a conseguirlo. Hay descaro en Pastora, es decir, los de No me llames Dolores, llámame Lola; aunque pelín mas sutil que el que se gasta Rakel Winchester, una hiphopera aflamencada.