Mark & Spencer se blinda contra la OPA inminente de Philip Green

Mark & Spencer (M&S), los históricos grandes almacenes británicos, se han puesto en manos de Stuart Rose para parar la oferta pública de adquisición con carácter hostil que prepara el empresario Philip Green. Rose, nuevo jefe ejecutivo, negoció hace dos años la venta a Green de la cadena minorista Arcadia, lo que le da un conocimiento sobre la personalidad de Green que puede ayudar a M&S a rechazar la operación.

La OPA podría presentarse esta misma semana por un importe superior a los 10.000 millones de libras esterlinas (15.000 millones de euros), según desveló el propio Green la semana pasada. El nombramiento de Rose como jefe ejecutivo y de Paul Myners como presidente interino y el cese inmediato de sus antecesores, Roger Holmes y Luc Vandevelde, fue forzado este fin de semana por los directores no ejecutivos de M&S. La salida de Holmes y Vandevelde, que tenía que haberse producido dentro de unas semanas, fue exigida por varios grupos de accionistas como condición imprescindible para alinearse contra la oferta que prepara Philip Green. "No he aceptado este cargo para vender la compañía", declaró Stuart Rose nada más ser nombrado.

900 millones

Green, propietario de Arcadia y de la cadena de tiendas de ropa Bhs, está dispuesto a poner sobre la mesa 900 millones de euros de su fortuna personal para conseguir Mark and Spencer. Su irrupción disparó la semana pasada el precio de las acciones desde los 280 peniques hasta casi 360 peniques. Ayer, llegó a cotizar a 370 y cerró en el mercado de Londres a 363 peniques por acción.

Ambas partes se preparan para una lucha sin cuartel. Green preparó su estrategia el fin de semana en su casa de Mónaco. De su lado está un consorcio de cinco bancos: Barclays Capital, Royal Bank of Scotland, HBOS, Goldman Sachs y Merrill Lynch.

Marks & Spencer ha hecho algunos reajustes de equipo con la llegada de la nueva dirección, según Financial Times. Citigroup ha reemplazado a Rothschild y se une a Morgan Stanley y Cazenove en la asesoría de la compañía al tiempo que Tulchan reemplaza a Brunswick como relaciones públicas.

Green ha ganado ya dos batallas. La primera, la sorpresa de su movimiento, que ha puesto a sus rivales a la defensiva. La segunda, su progreso personal en los últimos años. Hace cuatro años, M&S desmanteló un primer intento de Green para hacerse con la compañía. Entonces recurrió a todo tipo de malas artes para frenarle, incluyendo la filtración de documentos para hacer creer que su esposa, Tina Green, había comprado ilegalmente acciones del grupo justo antes de la operación. La diferencia entre entonces y ahora es que Mark & Spencer ha perdido ante la City todo el crédito que ha ganado Green. Éste emplea hoy a 40.000 trabajadores, y M&S, a otros 60.000.