El presidente del CSIC promueve una reforma para agilizar la contratación laboral y los consorcios

El nuevo presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carlos Martínez, considera imprescindible dotar al organismo de una nueva estructura jurídica, probablemente una Entidad de Derecho Público, para permitir un régimen dinámico de contratación laboral y una mayor captación de recursos privados, además de impulsar la creación de consorcios con la industria y de centros mixtos con las universidades, los hospitales y las comunidades autónomas.

El CSIC, el mayor organismo público de investigación, está adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia y agrupa a 120 centros de investigación de todo el país. Actualmente, sus 2.500 científicos de plantilla son funcionarios. "El funcionariado no puede ser la única fuente de la plantilla", dijo ayer Martínez en un encuentro con periodistas. "Tenemos que abrir vías ágiles de contratación laboral".

El organismo también cuenta con unos 3.000 científicos "en formación", un eufemismo que a menudo cubre a investigadores predoctorales o posdoctorales en situación precaria. "Los contratos que ahora están asociados a los proyectos de investigación deben ir transformándose en contratos más estables", dice Martínez, que también destaca la necesidad de estructurar la carrera científica para atraer a los estudiantes más brillantes.

Toda esta agilización requiere un proyecto de ley y un trámite parlamentario. El ministerio ya tiene en sus manos un borrador, pero en el momento actual es imposible aventurar plazos.

Martínez anunció que los salarios del personal del CSIC -que, junto a los 5.500 investigadores citados, incluye a otros 4.500 trabajadores en tareas auxiliares- se irán aproximando a los universitarios entre este año y el que viene.