La Clínica Odontológica de la UPV trasladará sus dependencias al barrio de Bilbao la Vieja

La Clínica Odontológica de la Universidad del País Vasco (UPV) estudia trasladar su actual ubicación en el campus de Leioa a la Plaza de la Cantera, en el barrio de Bilbao la Vieja. Si se cumplen las previsiones adelantadas, las nuevas instalaciones podrían estar abiertas en el plazo de dos años. El cambio de lugar cumplirá el doble objetivo de facilitar la atención a un mayor número de personas del territorio, en mejores condiciones, y dar un impulso a la zona, que se encuentra en plena revitalización urbanística y social.

El proyecto cuenta tanto con el beneplácito de los responsables del centro médico como del Ayuntamiento bilbaíno, propietario de los terrenos, de los que cederá unos 2.000 metros cuadrados para la apertura de las nuevas instalaciones. Está previsto que en las próximas semanas Eduardo Maíz, concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil y presidente delegado de la Alcaldía en la Mesa por la Rehabilitación de Bilbao la Vieja, se reúna con responsables de la UPV para concretar detalles del proyecto, según ha adelantado el propio Maíz.

"El cambio de equipo rectoral ha propiciado un retraso lógico pero hay gran interés por ambas partes. Nosotros queremos revitalizar la zona y una de las claves para hacerlo es conseguir contar con equipamientos y actividades que generen movimiento; y una clínica odontológica lo hace. No hay que forzar pero nos gustaría que en un par de años pueda abrir sus puertas", aventura Maíz.

Al barrio chino

La Plaza de la Cantera se encuentra junto a la calle Cortes, el barrio chino de la ciudad, en medio de casas que amenazan con derrumbarse y otros edificios de nueva edificación. En los últimos años las instituciones han emprendido una batalla para sacar a la zona de la depresión. La rehabilitación y construcción de viviendas, junto a las del barrio de Mirivilla, en las cercanías, y la apertura de centros y servicios universitarios, entre otros, ha empezado a cambiar la fisonomía de la zona. Su proximidad al Casco Viejo y a Zabálburu facilita el acceso.

La idea de trasladar la clínica a un "ámbito más adecuado" no es nueva. Sin embargo, por distintos motivos, el proyecto ha estado aparcado hasta la fecha. "Para la UPV es bueno fomentar su presencia social más allá de los límites del campus. Además de la limitación evidente e importante de la ubicación, las instalaciones actuales impiden disponer de un ambiente deseable. Las dependencias se alinean en los pasillos. El traslado permitirá mejores condiciones de comodidad, tranquilidad y espacio tanto para los médicos como para los pacientes", argumenta Javier Ruiz, médico y director de la clínica.

Explica que la clínica siempre ha mantenido el criterio de satisfacer las necesidades de los pacientes sin olvidar el beneficio social. Por ello, en opinión de Ruiz, el traslado repercutirá también en el acercamiento de algunos colectivos. "Aunque no exclusivamente, podremos atender odontológicamente a ancianos, escolares, personas sin recursos, inmigrantes, menores tutelados, etc., que por sus dificultades para acceder a los dispositivos sanitarios ordinarios pueden beneficiarse de nuestros servicios". En definitiva, se trata de alcanzar los objetivos docentes y contribuir a la mejora de la calidad asistencial de la población, sostiene.

La Clínica ha atendido este curso a 1.100 nuevos pacientes a precios muy por debajo de los del mercado y con un servicio equiparable a la de cualquier centro privado. El incremento asistencial progresivo le ha permitido ingresar más de 150.00 euros, un 13% por encima del curso anterior.

El servicio se puso en marcha hace 25 años y permite cursar sus prácticas a los alumnos de Odontología. Actualmente, son 50, que trabajan en pareja, bajo la supervisión de 60 profesores.