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Entrevista:PAULINO LUESMA | Delegado del Gobierno en el País Vasco

"Las transferencias no están supeditadas a la retirada del 'plan Ibarretxe"

Vitoria

El delegado del Gobierno, Paulino Luesma, (Vitoria, 1949), que tomó posesión de su cargo abogando por el entendimiento y el sosiego en las relaciones con el Gobierno vasco, cree dos meses después que el clima se ha normalizado y que la crispación en el intercambio institucional ha desaparecido. "La relación ahora es correcta y buena", afirma, aunque ello no signifique "decir que sí a cosas" como el plan Ibarretxe.

Pregunta. ¿Ser el primer delegado que ha sido miembro del Gobierno vasco antes que representante del central le da una perspectiva distinta?

Respuesta. Conozco bastante bien el ámbito de decisión y los mecanismos internos de la comunidad autónoma. Y también tengo un entramado de relaciones personales que pueden contribuir a facilitar las institucionales.

"Nadie creía que Zapatero ganaría y lo hizo; igual puede pasar aquí con el PSE"
"Lograr cosas para Euskadi no es patrimonio del PNV ni del Gobierno vasco"

P. ¿Pensó en aquella época que había cosas de las que tenía la culpa el Gobierno central?

R. En esos términos, no. Aunque es verdad que en el proceso de transferencias se producen tensiones y desencuentros, lógicos y no privativos del País Vasco, sino incluso en comunidades donde las dos administraciones están gobernadas por el mismo partido. En aquella época superamos a base de diálogo y sosiego cantidad de cosas.

P. ¿Cree que aquella coalición PNV-PSE sería ahora también la mejor fórmula?

R. No. La experiencia que tenemos de los comportamientos posteriores a aquellos gobiernos por parte del PNV no es buena. No se reconoció la labor que hicimos en beneficio de Euskadi. Ahora estoy rotundamente por la alternativa, aspiro a que mi partido sea la alternativa al nacionalismo, que lleva muchos años gobernando.

P. Pero eso difícilmente será posible si no es con el PP.

R. No anticipemos acontecimientos. Espero que mi partido gane las elecciones y lidere el cambio en Euskadi. Tampoco nadie creía que Zapatero ganaría en España y ha ocurrido.

P. Pero sólo hay dos cuentas que hacer: sin Batasuna, o la mayoría la suma el tripartito o la suman ustedes y el PP.

R. Ser la fuerza más votada da la capacidad de liderar la formación del gobierno, y yo aspiro a eso. Llevamos demasiados años de gobierno del PNV y el PSE está haciendo las cosas mejor que nunca. La aritmética parlamentaria posterior es otra cosa.

P. ¿Qué instrucciones recibió del Gobierno con el cargo?

R. La de no constituir un contrapoder al gobierno de la comunidad y procurar unas relaciones tranquilas, correctas y sosegadas. También, proyectar una imagen de representación del Gobierno central más allá de lo policial y antiterrorista. Me gustaría hacerlo como Ramón Jáuregui y Juan Manuel Eguiagaray.

P. ¿Están pasando ahora mismo por este despacho temas como la Y ferroviaria, el Prestige, la Ertzaintza o el Cupo? ¿Quién negocia por Euskadi, el lehendakari, esta Delegación, el secretario general del PSE...?

R. Si me pregunta por los contactos de Patxi López con ministros, me parecen correctos y para nada desleales, como acusa el Gobierno vasco. Donde hay una buena relación -y el líder del PSE-EE la tiene con el Gobierno central, hay que aprovecharla-. No es patrimonio del PNV o del Gobierno vasco conseguir cosas importantes para Euskadi. Todo lo que sea sumar es positivo. Respecto a mí, estoy perfectamente informado de todas esas negociaciones.

P. Y cómo están?

R. En trance de llegarse a un acuerdo. No puedo decir más.

P. ¿Qué se desbloqueará primero?

R. Hay un avance en paralelo, pero vamos a ver si se cierra el tema del Cupo. Y seguramente en breve se reúna la comisión mixta de transferencias y se podrán arreglar algunas, las menos complejas.

P. ¿El plan Ibarretxe no es obstáculo para esos acuerdos o transferencias?

R. En absoluto. Al menos, esa es nuestra voluntad y nosotros lo vamos a intentar. En todo caso, que nos diga el Gobierno vasco que no las quiere. Nosotros vamos a actuar conforme a nuestra política: clima de sosiego, diálogo institucional, tranquilidad y nada de crispación. Adónde vaya el plan, eso no lo sé; yo creo que es un viaje a ninguna parte, abocado al fracaso. Les hemos dicho que deben retirarlo, ellos verán cómo, porque fueron quienes lo formularon, y les hemos ofertado una reforma estatutaria igual que en Cataluña. No entiendo porqué, si eso les parece bueno para allí, no lo quieren para Euskadi.

P. El PNV dice que Zapatero debe prometer asumir lo que decida el Parlamento vasco igual que lo ha prometido al catalán.

R. Es que no hay ninguna duda de que la reforma catalana se mueve dentro de la gramática común que constituyen la Constitución y el Estatuto; y con el plan Ibarretxe no es así.

P. ¿Cuál es la estrategia del Gobierno frente al plan?

R. Se les ha ofrecido esa reforma negociada igual que en Cataluña. No sé si les valdrá o no, vamos a esperar a la entrevista entre el presidente y el lehendakari. Y también hay esa voluntad de ir completando el Estatuto; vamos esperar la convocatoria de la comisión mixta de transferencias y a tratar de leer en común; pero a leer lo que el Estatuto dice, no lo que los nacionalistas dicen que dice, porque eso es lo que bloquea temas como la Seguridad Social.

P. ¿Cree que los partidos del Gobierno vasco van a querer transferencias antes de las elecciones?

R. No opino. Ese será su problema. Nosotros queremos lograr acuerdos, porque ambas administraciones están para satisfacer necesidades de los ciudadanos. Yo quiero los acuerdos.

P. Pero ya están ustedes hablando. Tienen que tener una percepción de si hay ganas o no de zanjar las diferencias en el Cupo o de convocar la comisión mixta de transferencias.

R. De arreglar lo del Cupo sí, tienen ganas. Lo otro, es una oferta del ministro, y enseguida veremos si las hay o no. En todo caso, será problema de ellos si están en una estrategia de no querer transferencias, pero no podrán decirnos que nosotros estemos crispando la situación.

P. Sinceramente, ¿hay en la deslocalización de empresas de Euskadi algún elemento político o sindical añadido al puro interés empresarial?

R. Las razones son fundamentalmente económicas, como lo fueron en la venida de empresas cuando entramos en la UE y como lo son en todas partes. Pero ni la incertidumbre sobre el marco jurídico que supone el plan Ibarretxe ni el comportamiento de algún sindicato, que subordina lo sociolaboral a su planteamiento político soberanista y su búsqueda de hegemonía sindical, ayudan.

P. Está hablando de ELA

R. Sí. Ha llevado las cosas demasiado lejos. Lo que hace puede que sea legítimo, pero no es bueno. Hay un salto enorme, más político que sindical, de la ELA que yo conocí siendo consejero de Trabajo a la actual.

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