'Volveré'

Lo dijo Carlos VII, según hacía mutis por la frontera: "¡Volveré!"; lo dijo Arnold Schwarzenegger en la primera entrega de Terminator: "I'll be back"; y se lo ha dicho Julen Madina a la alcaldesa de Pamplona: volverá. Carlos VII abandonó a su suerte al ejército de Dios, la tradición y la familia, y todavía seguimos esperándole. Schwarzenegger atacó de nuevo con Terminator II (El juicio final) y Terminator III (La rebelión de las máquinas), pero como ahora se dedica a la difusión en California de algo así como el pensamiento de Carlos VII puesto al día -es un decir, porque Carlos VII era partidario de actuar sin contemplaciones contra todo resquicio de pensamiento-, cabe suponer que de momento no volverá.

Hemos descubierto lo que Rajoy busca sin darse cuenta de que ya existe

Madina, que es lo más próximo que hay en los encierros de Pamplona a un Schwarzenegger en acción, seguro que no se lo piensa y cumple la palabra dada a la alcaldesa. Así que ya podemos ir adelantando un titular de los próximos sanfermines: Madina, el regreso de la máquina.

Otro titular, pendiente de confirmación, es que la alcaldesa de la ciudad establecerá contactos para que las muy prolíficas actividades sanfermineras cuenten con el patrocinio privado de distintas marcas nacionales o internacionales. El negocio no tiene por qué estar reñido con el ocio, ni siquiera con Dios, como bien saben los calvinistas y como sabemos por la tierra adoptiva de la Obra de Dios. Así vamos construyendo por esta tierra la ciudad de Dios, la fiesta, la familia y la tradición.

En el más céntrico solar de la ciudad, donde alguna vez hubo previsto ubicar una gran biblioteca, pronto florecerá El Corte Inglés, sin el que las primaveras no son lo mismo. La construcción de la biblioteca queda postergada sine die -no antes del 2011 ó 2017 -y relegada a las tinieblas periféricas. A ver si hacemos cuanto antes el Centro Temático de los Sanfermines, que el nuevo proyecto -presentado sin el rutinario trámite del concurso público- incluye churrería y cucaña. Y aunque el AVE se nos haya escapado, también tenemos prevista alguna que otra gran estación.

Ustedes no dejen de volver para verlo. Y préstennos de vez en cuando alguna atención. El experimento que estamos llevando adelante, en fiestas y fuera de ellas -porque las fiestas no son más que el espejo deformante de nuestra realidad habitual-, la merece. Con nuestro experimento, en el que se funden la herencia del tradicionalismo carlista y el pragmatismo de raíz calvinista u opusdeísta, hemos inventado lo que Rajoy busca desesperadamente sin apercibirse de que ya existe: un neoconservadurismo moderno y castizo. Conservador a ultranza, como la herencia ultramontana de Jaime Ignacio del Burgo, ese carlista que hoy volverá -¡volveré!- al ataque en la comisión, y modernísimamente castizo, como esta alcaldesa de tanta contrailustración y tamaña casta sanferminera, a la que preocupa el regreso de Madina.

Madina volverá el año que viene, puede que Carlos VII nunca se fuera, al menos de nuestro pensamiento -es un decir- y cualquier año de estos Schwarzenegger -el auténtico, el que defiende y difunde el nuevo conservadurismo en California- se deja caer por aquí para patrocinar lo que sea, al propio Madina o a la misma alcaldesa.