Mucho enfado vecinal, pero pocas reclamaciones
Pocas reclamaciones para tantos daños. Hasta la oficina central que Unión Fenosa tiene en la calle de Goya número 36, ayer sólo habían llegado 70 reclamaciones. Los afectados por cortes de electricidad de más de cinco horas de duración fueron 3.000 clientes.
La empresa hizo una pegada de carteles, con un número de atención permanente al cliente, por los portales afectados por los cortes de electricidad, pero se olvidó de avisar a los muchos establecimientos, en su mayoría restaurantes, que copan el paseo del Prado y la calle de Atocha. Montse, propietaria del Mesón La Pilarica, se quejaba, a oscuras y sin más compañía que la de sus camareros y cocineros, de la falta de información y atención recibida durante la mañana de ayer por parte de los operarios de Unión Fenosa. "Me han atendido en dos minutos". Se refería a las siete jóvenes, encargadas de canalizar las reclamaciones in situ que se pasearon durante todo la jornada por la zona. Una furgoneta, unidad móvil situada frente al Hotel NH Nacional del paseo del Prado, las apoyaba en su tarea.
Las reclamaciones se reducen hasta ahora a pérdidas de alimentos. Las cantidades a pagar por la eléctrica: entre 40 y 700 euros. Pero las mayores facturas no llegarán hasta que los peritos de la compañía, encargados de valorar los daños, no empiecen a trabajar en los próximos días.
Manuela Cano, residente en el tercer piso del número 44 del paseo del Prado, miraba ayer, a las tres de la tarde y angustiada, cómo la compra semanal de la familia se echaba a perder. "El frigorífico apesta. ¿Ves? Estos filetes empiezan a oler a vinagre". Enojada, no conseguía entender por qué se habían "olvidado" de ellos. "Los del Mc Donald, el Hotel Palace y el Ministerio tienen todos luz y agua fría, mientras que ha nosotros nadie nos ha preguntado qué es lo que vamos a comer".
Reparación por sustitución
Las tareas de demolición de la subestación eléctrica empezaron ayer y afectarán a los dos bloques de viviendas colindantes: Cenicero, 6 y Almadén, 30. El Ayuntamiento de Madrid supervisará las obras, para "garantizar la calidad de las reparaciones". También se comprometió a que las familias regresen a sus hogares lo más rápido posible, esto es, "en el plazo máximo de dos meses y medio". Los presidentes de ambas comunidades de vecinos se mostraron ayer conformes. El sistema elegido es por acción sustitutoria: el Ayuntamiento gestiona las obras, los alquileres y contrata a los operarios, pero las facturas las pagará Unión Fenosa, quien tendrá que correr con todos los gastos.
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