Una oportunidad histórica para estar en la final
Aunque su grupo es realmente complicado, España tiene una oportunidad histórica para acceder a la final de los Juegos Olímpicos de Atenas. El sorteo de los grupos, en cualquier caso, no le favoreció, porque le unió a selecciones tan duras como Corea, Rusia, Eslovenia, Croacia o Islandia. Cada partido, desde el primero ante Corea, será una auténtica batalla que habrá que resolver de la mejor forma posible. Pero César Argilés ha formado un grupo de jugadores de calidad, que parten muy reforzados con la incorporación del pivote cubano Rolando Uríos.
Para mí, la nacionalización de este jugador va a resultar crucial. Su aportación en el ataque permitirá abrir caminos de conexión entre la primera y la segunda línea, por dos razones fundamentales: porque Uríos coge todos los balones y es letal, y además, existe ya una complicidad especial entre él y los dos centrales, Talant Duishebáev y Alberto Entrerríos, que nace ya en su propio equipo, el Ciudad Real.
Tal vez, el principal problema que plantea el equipo sea todavía la defensa. Lo mejor de esta línea son los dos porteros: tanto David Barrufet como Javier Hombrados tienen calidad demostrada y llegan a los Juegos con una excelente preparación. Sin embargo, es indispensable que se sientan bien arropados y, hasta ahora al menos, España no ha conseguido la solidez deseada en defensa en la mayor parte de los partidos de preparación que ha disputado.
El momento en que se les va a juzgar con más crudeza será en los cruces de cuartos de final. Allí será realmente donde se lo van a jugar todo, porque en aquella fase todos los equipos están ya rindiendo a su mejor nivel y España no debe ser una excepción. Sería importante haber realizado una buena primera fase, para poder estar entre los dos primeros del grupo y evitarse así a los dos primeros del otro, probablemente Francia y Alemania. Sin embargo, esto no es crucial, porque incluso puede que Hungría se cuele entre ellos. Egipto será el equipo más flojo del otro grupo que entre en los cuartos de final.
La cuestión es que cuando lleguen los cruces el equipo español esté ya totalmente rodado y sea capaz de dar el rendimiento óptimo. Para ello será también necesario haber dosificado bien al grupo en la fase inicial. Pero si las cosas se hacen bien, la calidad saldrá a relucir cuando más falta haga. España cuenta con individualidades, tiene porteros y sale favorecida en las acciones de dos contra dos. La conexión entre Duishebáev y Uríos debe reportar muchos beneficios en forma de penaltis, exclusiones de defensores rivales y goles. Eso es lo que me lleva a pensar que estamos ante una oportunidad histórica no ya de conseguir una medalla sino de acceder a la final de los Juegos.
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