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Crítica:BIENAL DE FLAMENCO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sevilla vibró con Manuela

Bailó Manuela Carrasco, en Sevilla. Es siempre una apoteosis, el no va más. Su público le permanece fiel a ultranza, pase lo que pase. Bailó por soleá y rompió el molde. Bailó largo, larguísimo, fundamentalmente de pies. Se recreó en la suerte, una y otra vez, a conciencia. Repitió las posturas, repitió el estar en todo momento en disposición de dar lo que el baile requiere. El baile como ella lo entiende, que es antes que nada de fuerza, de garra, de corazón.

Manuela Carrasco es bailaora de presencia, que llena el escenario, que sabe dónde está en cada momento, cómo comportarse. Le cantaron, por soleá, Juana la del Pipa, Enrique el Extremeño y Arcángel, ahí es nada. Le cantaron además muy bien, recreándose en el tercio, en el temple. Tejiendo y destejiendo un cante soberano que no tiene par, que no tiene nada que perder porque en sí mismo es un dechado de perfecciones.

Tronío

Baile: Manuela Carrasco, Rafael de Carmen. Cante: Enrique el Extremeño, Arcángel, Juana la del Pipa, Antonio Zúñiga, La Tobala, La Nitra, Samara Carrasco. Toque: Joaquín Amador, Pedro Sierra, Antón Jiménez. Percusión: José Carrasco. Teatro Maestranza, Sevilla, 9 de octubre.

Manuela bailó además por taranto, por cantiñas y por siguiriyas, pero en ninguno de esos estilos alcanzó la calidad que en las soleares. En el taranto no parece que se encontrara demasiado a gusto, como si no encontrara el sitio del baile. En las cantiñas, cantándole Arcángel, lo hicieron todo demasiado acelerado, como barrido por una onda de electricidad. En la siguiriya compartió su arte con Rafael de Carmen, pero después le dejó sólo y el joven bailaor se extendió en un largo zapateado, recreando el baile con elegancia y energía; fue la suya una intervención muy efectiva, consistente y espectacular. Una pega: todo se hizo en un tono de megafonía imposible.

Hubo más cosas en el programa. Pedro Sierra les tocó por tangos a las tres cantaoras, que se extendieron gustosamente en el palo; con rajo, con buen hacer, volcándose. Y hubo una reunión en que se bailó y cantó, Arcángel y El Extremeño por fandangos.

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