La calidad de Savio y los goles de Villa rescatan al Zaragoza

El Zaragoza decidió ayer imponerse a base de orden y sistema en el campo frente a un nervioso Utrecht. Pero la fortuna y la abundancia de goles de los últimos encuentros caseros tardó en llegar. Durante la primera parte, Savio, que se encuentra en un momento excepcional de forma, quiso volver a centrar el espectáculo en su figura. Y lo consiguió. Pero el gran protagonista fue Villa. El delantero asturiano marcó los dos tantos que hacen comenzar con fuerza y seguridad al Zaragoza en la liguilla de la Copa de la UEFA. El Utrecht, simplemente, se dedicó a conservar el empate planteando una sólida defensa en bloque.

Durante gran parte del encuentro le salió bien la estrategia al cuadro holandés, aunque en ataque su única presencia era a base de ingenuos contragolpes bien sujetos por los centrocampistas del conjunto aragonés. Así, Ponzio, Movilla o Zapater, sin apenas esfuerzo, se bastaban para contener la munición del Utrecht. El conjunto holandés tan sólo consiguió tirar a puerta en cuatro ocasiones, dos de ellas a balón parado.

La defensa del Utrecht no desanimó a Galletti ni a Savio. Pero el problema estuvo en plasmar ese juego de toque y esa superioridad en el marcador. Eso, hasta que emergió Villa. El ariete consiguió en dos ocasiones zafarse de la pegajosa zaga rival y consiguió los deseados goles. A Movilla, mientras tanto, no le importaba su lesión de muñeca y levantaba los brazos pidiendo el aplauso del escaso público asistente.

Villa devolvió la sonrisa a la que se están acostumbrando los aficionados del conjunto aragonés y con sus goles firmó la sexta victoria casera de su club. La tranquilidad y la paciencia en la creación del juego del Zaragoza en toda la primera parte sin goles se vio recompensada finalmente.

Precisamente, es en esos instantes en los que está rindiendo más el Zaragoza. La técnica, la juventud y las ganas de todo el equipo no se ven mermadas por el cansancio. Savio sigue demostrando que es el motor del equipo. Su claridad de ideas frente a la meta contraria sirvió en bandeja el gol de la tranquilidad zaragocista, el segundo, a Villa, certero anoche.