Montilla anuncia el cierre de las radios y televisiones 'piratas'
La AERC denunció que en España operan de manera ilegal 2.279 emisoras
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, anunció ayer que la Administración cerrará las emisoras de radio y de televisión que operan de manera ilegal. El desgobierno del sector ha propiciado en los últimos años la aparición de más de 2.000 emisoras piratas que interfieren las frecuencias legalmente adjudicadas y distorsionan el mercado, según denunció la Asociación Española de Radio Comercial (AERC) ante Industria.
La AERC remitió el mes pasado al departamento de Montilla un detallado mapa de las emisoras ilegales que se han instalado en el dial sin disponer de la correspondiente concesión administrativa. La entidad identificó 2.279 emisoras piratas, más del doble de las licencias privadas concedidas conforme a los planes técnicos elaborados por el propio ministerio.
En un acto organizado por el Club de la Industria, Tecnología y Minería, Montilla admitió ayer que el espectro radioeléctrico está saturado y dijo que esta situación se solventará cuando las radios y las televisiones comiencen a emitir en digital. Si no se modifican los planes actuales, en 2012 las televisiones abandonarán el sistema analógico. En el sector radiofónico, sin embargo, no se plantea la sustitución de un sistema por otro sino la convivencia de la radio analógica y la digital.
José Montilla aseguró que hasta que no se produzca el salto tecnológico "hay que utilizar los instrumentos que tenemos" y fue contundente al añadir: "Vamos a cerrar las radios y televisiones piratas".
La AERC destacaba la creación de auténticas cadenas de radio mediante el enganche de emisoras ilegales. Esta fórmula supone "un salto cualitativo en el desafío a la autoridad reguladora y un deterioro aún mayor de la libre competencia en el sector". Como consecuencia de este fenómeno han nacido las cadenas Hit Radio (40 emisoras), Radio María (38), Somos Radio (una emisora legal y 32 ilegales), Intereconomía (27) y la catalana Flaix (25).
La AERC admitía que como consecuencia del desbordamiento de la legalidad y la ruptura de las reglas del mercado, algunas cadenas importantes "no se han resistido en los últimos tiempos a abrir algunas emisoras ilegales, si bien son poco significativas en número en el conjunto de su operación".
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