Sanidad obligará a los menores a tener permiso paterno para tatuarse
Los menores de edad no podrán hacerse piercings ni tatuajes si no cuentan con la autorización previa de sus padres. Ésta es una de las medidas más novedosas del futuro decreto que está elaborando Sanidad para regular todo lo relacionado con los tatuajes y la oferta del perforado corporal, que se ha disparado en los últimos años. Sanidad está ultimando el decreto y espera que esté aprobado el próximo marzo.
El departamento ha decidido regular este sector al tratarse de prácticas de riesgo, ya que hay contacto con sangre. El objetivo es aplicar a este tipo de establecimientos de carácter no sanitario las mismas medidas que a cualquier centro médico. Hasta ahora, los menores podían acudir libremente a estos locales y solicitar que les hicieran un piercing y dependía del dueño del establecimiento hacerlo o no. Una vez que se apruebe la norma, ningún establecimiento con licencia podrá decidir por su cuenta. "Si no hay permiso de los padres, no hay perforado", ha recalcado a este periódico el director de Salud Pública, Luis González de Galdeano.
Los menores no podrán hacerse piercings sin el consentimiento paterno, excepto en el lóbulo de la oreja cuando se realice con un sistema de clavado y abrochado de forma automática, estéril y de un solo uso. Algunos establecimientos ya se dan cuenta del riesgo de hacer perforaciones a los menores porque después se presentan sus padres exigiendo daños y perjuicios, según los responsables de Salud Pública.
La extensión de esta moda no se queda en las perforaciones de entrecejo, labios, ceja, lengua, aletas nasales o pezones, que son las zonas más comunes donde colocarse un aro, sino que también han surgido otras variedades, como el pocketing (injertar en la piel un pedazo de acero visible). Por ello, además de los tatuajes y los piercings, el decreto abarcará otras prácticas similares e incluso la micropigmentación (perfilado de labios y cejas).
Aunque no existe un censo de los locales que se pueden dedicar a este tipo de actividades, Sanidad calcula que la cifra puede rondar los 100, dedicados exclusivamente a piercings y tatuajes.
Entre otros aspectos, la normativa obligará a los centros a disponer de unos contenedores especiales donde desprenderse del material utilizado, como las agujas. Sanidad admitirá al personal que disponga de una cualificación sanitaria (médicos o enfermeras) o que acredite una formación específica en el campo de los tatuajes y los piercings. Para ello homologará a empresas que se encargarán de impartir cursos de formación de al menos 40 horas a los profesionales que deseen trabajar en el sector.
Informar ampliamente al usuario de los riesgos que conlleva hacerse un tatuaje o una perforación será otra de las exigencias. Los interesados deberán firmar un consentimiento informado, que después se incluirá en el registro que obligatoriamente tendrán que abrir todos los centros y en el que se apuntarán las incidencias diarias. A partir de la publicación del decreto, los establecimientos dispondrán de seis meses para adaptarse.
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