Ucrania elige mañana a su nuevo presidente entre sospechas de fraude
Kuchma rechaza firmar una ley para prevenir las falsificaciones
El presidente saliente de Ucrania, Leonid Kuchma, se negó ayer a firmar una ley aprobada la víspera por el Parlamento con el fin de prevenir falsificaciones en los comicios que deben determinar el próximo domingo quién será el máximo dirigente de este país en los próximos cinco años. Más de 37 millones de votantes deben decidir entre Víctor Yanukóvich, el actual jefe del Gobierno, que es el candidato de Kuchma y de Moscú, o Víctor Yúshenko, el jefe de la oposición, que es el favorito de Occidente.
La ley que Kuchma rechazó ayer con alegaciones de anticonstitucionalidad, prohibía usar "certificados de desplazados" para votar y también el traslado de las urnas a los domicilios de quienes están imposibilitados de desplazarse a los colegios. Un total de 236 diputados, de los 388 asistentes a la sesión del jueves, votaron por la medida, destinada a evitar dos procedimientos que, según la oposición, facilitan las falsificaciones.
Un grupo de 42 empleados de la empresa estatal Neftegasukrania han denunciado presiones para que soliciten "certificados de desplazados" y se los entreguen a sus jefes. En el occidente de Ucrania, donde Yúshenko cuenta con más partidarios, las empresas estatales están recurriendo a esta práctica, según denuncia la oposición. Su fin, señalan, es o bien utilizar los certificados en un pucherazo o bien destruirlos y "neutralizar" así un voto desfavorable.
Para entender la fuerza de una amenaza de despido en Ucrania, basta decir que entre cinco y siete millones de ciudadanos han emigrado por falta de trabajo en su país. Justamente a la posibilidad de empleo temporal en Rusia apela también el protocolo, firmado ayer por el líder ruso Vladímir Putin, que permite a los ucranios permanecer en Rusia hasta 90 días sin tener que registrarse en la policía en el plazo de tres días, como otros extranjeros.
Crispación
La campaña electoral concluyó ayer en un clima crispado en el que ninguno de los candidatos admite la posibilidad de perder. Yúshen-ko y su equipo aseguran que las autoridades preparan una masiva falsificación y han exhortado a sus seguidores a salir a la calle el domingo al cerrarse los colegios para efectuar un recuento paralelo de los votos en la plaza de la Independencia de Kiev, una ciudad, donde la gente muestra sus preferencias a favor de Yúshenko luciendo lazos de color naranja.
En la primera vuelta electoral el 31 de octubre, Yúshenko obtuvo un 39,87% y Yanukóvich un 39,32%. La preocupación por la transparencia de las elecciones, que según los observadores de la OSCE, no cumplieron los requisitos democráticos, ha sido expresada por el presidente de la Suprema Rada de Ucrania (el Parlamento), Vladímir Litvin, quien ayer advirtió a los funcionarios involucrados en los comicios de "las responsabilidades personales" que conllevan las transgresiones de la legalidad.
Esta semana, Litvin se entrevistó en Washington con Condoleezza Rice, en vísperas de su nombramiento como secretaria de Estado, y ayer en Kiev, con el senador Richard Lugar, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado norteamericano, llegado a Ucrania en representación de George W. Bush. Lugar trajo un mensaje del presidente de EE UU en el que se advierte de que la falta de unas elecciones limpias, libres y sin intimidaciones puede dañar el vínculo transatlántico y enfriará las relaciones con Washington. Lit-vin se entrevistó ayer también con Borís Grizlov, el jefe del Parlamento ruso, que anunció esta semana su presencia en Kiev para representar a Putin. Grizlov continúa así la ofensiva de apoyo a Yanukóvich emprendida por Putin, que en menos de un mes ha viajado dos veces a Ucrania.
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