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Entrevista:ERNESTO PÉREZ ZÚÑIGA | Escritor | Signos

"La buena literatura maravilla por una mezcla de libertad y rigor"

Ernesto Pérez Zúñiga nació en Madrid en 1971, aunque buena parte de los años pasados desde aquel día los ha vivido en Granada, ciudad donde estudió y comenzó a escribir sus primeros cuentos y poemas. También en esta ciudad publicó libros como Ella cena de día o El vigilante. Hace dos años lograba el Premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid por un libro titulado Calles para un pez luna (Editorial Visor). Acaba de publicar su primera novela, Santo diablo, en la recién estrenada editorial Kailas.

Pregunta. ¿Tanta diferencia hay entre la novela y la poesía?

Respuesta. Para mí, la poesía es la expresión estética de una emoción. La novela, la narración de una historia y la plasmación en palabras de un universo ficticio. De todas formas, la poesía no es un género literario exactamente (sí lo es el poema), sino una manera de expresión que puede desembocar de pronto en cualquier género.

P. ¿Qué le aporta su condición de poeta a su prosa y su condición de narrador a su poesía?

R. El poeta a la prosa: una mirada más allá de la acción y de la psicología; la querencia por el rigor expresivo. El narrador a mi poesía: nada, eso procuro. Cuando tengo una historia la reservo para un relato o una novela (y, si no es ficción, para una especie de diario que llevo escribiendo desde años atrás). Eso sí, una emoción o una sensación fuerte -incluso un raro momento de lucidez- me piden un poema.

P. ¿Por qué Santo Diablo?

R.Santo Diablo es una fábula que conecta con la tradición estética española de Goya, Valle-Inclán, Buñuel y Cervantes, sumándole técnicas modernas para indagar en cada uno de los puntos de vista. El título hace referencia a las concepciones hipócritas del bien y el mal que justifican ciertas ideologías, a la doblez moral que mueven nuestros actos, al enajenamiento mental que esconden las pasiones. Esta novela está llena de personajes e historias pasionales, de sus risas y sus dolores.

P. ¿Puede una generación cambiar el orden del mundo?

R.No en Santo Diablo. La ingenuidad no es una buena aliada de la revolución. Pero en la Historia se ha cambiado el orden social unas cuantas veces. El orden del mundo es otra cosa: precisa una revolución en el interior de cada conciencia.

P. ¿Por qué la España de los años treinta?

El libro reúne en pocos días y en un territorio inventado tres épocas: la larga temporada de revoluciones campesinas que precedió a la guerra civil, la guerra y unos años de la posguerra. Parte de nuestra historia, con sus mitos, se sintetiza y se reinventa en esta novela. Somos hijos inmediatos de aquel conflicto. Por otra parte, también muchos conflictos actuales se ponen en juego en la novela. Quizá porque todos tienen una base común.

P. ¿Qué tiene de actitud ética la historia de Santo Diablo?

R. Hay algunos matices, llenos de tristeza o de resolución, que he encontrado en las historias que los ancianos contaban sobre aquella época. Reflejarlos fue mi primer impulso. Luego toda la novela se sostiene sobre un constante cuestionamiento ético: ¿la razón oculta de nuestras acciones obedece a la manipulación, a nuestros vicios, al enajenamiento? ¿hemos organizado nuestra moral actual en torno a un concepto equivocado de sociedad, confundido con la realidad toda? Incluso la estética esperpéntica de ciertos pasajes de la novela responden a una mirada ética sobre el embrutecimiento humano.

P. ¿Debe la literatura ser comprometida de manera social?

R. La buena literatura maravilla por una mezcla de libertad y rigor, pero no admite bien ningún debe. Sin embargo, nuestra época nos da razones todos los días para cuestionar el modus vivendi y el fondo ético de nuestras sociedades. Somos bárbaros y vivimos presos al mismo tiempo. Este conflicto mueve a la escritura. El compromiso es obedecer a nuestra voz y mirada interior más auténtica.

P. ¿Qué permanece hoy de aquella España invertebrada llena de desigualdades sociales?

R.No en España: en todo el mundo. El poder militar que protege los intereses económicos de los privilegiados de cualquier bando, la religión o la ideología invocadas por unos y por otros para asesinar al prójimo, opresores y oprimidos... Me suena.

P. ¿Santos o diablos?

R. Animales borrachos. El licor es una mezcla heredada de concepciones del bien y el mal, debilidades, pasiones y alguna enciclopedia.

P. ¿Qué quiere simbolizar la ciudad de Vulturno, lugar en el que se desarrolla la historia?

R. Vulturno, que significa "bochorno", es una ciudad desde la que se contempla las ruinas romanas de Ambusta, que significa "quemada". De los actos de los habitantes de Vulturno depende pasar al estado de la ciudad en ruinas.

P. ¿Qué proyectos prepara? ¿Algún nuevo libro de poemas?

R. Estoy puliendo un libro de poemas, escritos durante los últimos tres años, un libro muy urbano. En cuanto lo deje listo me centraré en una nueva novela, de la que también voy construyendo su universo: tendrá la lujuria como tema central.

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