El paro vuelve a batir récords en Alemania y afecta ya al 12,6% de la población activa
El 12,6% de la población activa alemana está en paro. La Oficina Federal de Empleo anunció ayer en Núremberg algo que en Alemania ya casi no es noticia: el número de parados subió en febrero a 5,216 millones, la más alta desde el final de la II Guerra Mundial, récord ya batido en enero. El aumento fue de 179.000 de enero a febrero y de 575.000 sobre el mismo mes de 2004. Estas cifras y porcentajes, que supera la tasa española, escamotean incluso una realidad mucho más negra. No incluyen decenas de miles de desempleados en programas de formación profesional para la creación de empleo. Tampoco figuran como parados muchos que por su edad han tirado la toalla porque consideran que no tienen ninguna posibilidad de encontrar trabajo y ya ni se inscriben en las listas de los que buscan empleo.
Como las desgracias nunca vienen solas, a la información de las cifras de paro se unieron las rebajas en las previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para este año. El nuevo presidente de la llamada comisión de sabios que dictamina cada año sobre la economía alemana, Bert Rürup, rebajó a un 1% su previsión, que habían fijado en un 1,4% en su informe del pasado otoño.
Menor crecimiento
A la ducha fría de Rürup siguió otra procedente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que reduce aún más su pronóstico de crecimiento para Alemania: un 0,8%, menos de la mitad del 1,8% previsto en otoño. El ministro federal de Economía y Trabajo, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), declaró ayer en Berlín que no tiene elementos para pensar que no se vaya a cumplir la previsión de crecimiento del Gobierno de un 1,6% del PIB.
Clement atribuye al llamado efecto estadístico el incremento. Con esto alude el ministro a las consecuencias de la entrada en vigor a principios de año de la reforma laboral. La nueva reglamentación equipara a los parados de larga duración, más de un año, con los perceptores de ayuda social.
Los que hasta ahora recibían ayuda social y están en condiciones de trabajar figuran ahora en la lista de parados y no en la de indigentes. Al efecto estadístico se une el estacional. El mes de febrero es por tradición terrible para el paro en Alemania. El frío, espantoso estos días en todo el país, obliga a suspender el trabajo en la construcción con incremento de las cifras del desempleo.
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