Bilbao ganará un paseo urbano de 2,5 kilómetros al soterrar la línea de Feve

Bilbao iniciará este verano una de sus operaciones urbanísticas más complejas: el soterramiento de las líneas de Feve a lo largo de 2,5 kilómetros. El proyecto, cuya primera fase se ha adjudicado en 41,5 millones de euros pero cuyo coste global rondará los 80, eliminará la barrera física que separa a los barrios de Rekalde y Basurto y permitirá acometer el nuevo acceso a Bilbao que sustituya al de Sabino Arana.

La cobertura de las líneas ferroviarias en Bilbao se inició con la llamada Avenida del Ferrocarril, inaugurada en 2002. Pero entonces era un kilómetro de longitud, el presupuesto fue de 35 millones de euros y no hubo soterramiento. Ahora sí se bajará la cota por la que discurre la mayor parte del trazado de Feve entre el barrio de Santa Ana, en las afueras de Bilbao cerca de Zorroza, y el puente de Gordoniz.

Cinco años después de la presentación de este proyecto, la sociedad Bilbao Ría 2000 adjudicó ayer la primera fase, presupuestada en 41,5 millones de euros y que se quiere concluir para 2008. La operación cambiará drásticamente la zona, al crear un parque de 12.000 metros cuadrados frente al hospital de Basurto (donde ahora discurre una carretera), un bulevar de un kilómetro, 14.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas o un bidegorri de 2,1 kilómetros. Ahora el ferrocarril discurre encajonado junto a las viviendas, entre puentes y callejones, y pegado a la A-8.

El proyecto, definido por el alcalde Iñaki Azkuna como "complicadísimo" y "molesto" para los vecinos durante los tres años de obras previstos en esta primer fase, obligará a suprimir dos pasos a nivel y a la construcción de dos nuevas estaciones. Para la segunda fase quedará pendiente la urbanización del bulevar y la creación de una de las dos paradas.

Los grandes beneficiados serán los vecinos de los barrios de Rekalde y Basurto, que dejarán de estar separados por la trinchera del ferrocarril, y la obra permitirá acometer otra de las grandes infraestructuras pendientes. Se trata del nuevo acceso viario a Bilbao por Olabeaga, que sustituirá al viaducto de Sabino Arana, el acceso a la capital más transitado, con cerca de 80.000 vehículos diarios. Como también va soterrado para evitar el derribo de viviendas, este vial debe esperar a que concluya el nuevo trazado de Feve.

La financiación también tiene su complejidad. Gran parte del presupuesto se pretende costear con otra operación urbanística: la construcción de viviendas en Garellano, donde se ubican ahora la Policía Municipal y los Bomberos. Se edificarán 1.200 pisos, de los que un 50% serán libres, un 25% de protección oficial y otro 25%, a precio tasado. Además, el Ayuntamiento bilbaíno aportará, junto a estos terrenos en Garellano, el 10% del aprovechamiento urbanístico que le corresponde y Bilbao Ría 2000, seis millones de euros. Queda pendiente la ayuda del Ministerio de Fomento, aunque el secretario de Estado Víctor Morlán se comprometió ayer a implicarse económicamente.

El consejo de administración de Bilbao Ría 2000 aprobó también la inversión para este año, que se eleva a 69,4 millones de euros, la cifra más alta de la sociedad en los cinco últimos ejercicios.