El PP limita a Álava el alcance de la crisis abierta con los socialistas
Aguirrezabal defiende que no ha cometido irregularidades y considera política la medida
El PP quiere limitar por el momento exclusivamente a Álava la crisis abierta con el PSE tras la moción de censura, apoyada por los socialistas, que dejó el miércoles fuera del Gobierno foral al diputado de Bienestar Social, Enrique Aguirrezabal. Aunque el PP va a intentar rentabilizar de cara a los comicios de abril el hecho de que los socialistas secundasen la moción presentada por el PNV, la ejecutiva regional popular ha decidido no darle al hecho una trascendencia nacional y cuestionar el espíritu del constitucionalismo. Aguirrezabal, en su primera comparecencia pública tras la moción, la tildó ayer de "política". "Ni he cometido irregularidades ni tengo nada que ocultar", enfatizó.
La moción ha agriado aún más las ya de por sí conflictivas relaciones entre el PP y el PSE, tanto en las instituciones alavesas como en su pugna por liderar el constitucionalismo tras las autonómicas de abril. El discurso popular de que el PSE ya se ha "echado en brazos" de los nacionalistas en detrimento del constitucionalismo se verá reforzado, al menos en la primera parte de la contienda, pese a que los socialistas insisten en que su apoyo a la moción es un hecho puntual que no persigue tumbar el Gobierno de Ramón Rabanera en la Diputación. Es más, el mismo día en que se debatió la moción subrayaron que quieren al PNV fuera de las instituciones alavesas y vascas siempre que sea posible, pero no al precio de mirar para otro lado cuando las cosas "se hacen mal, como ha sucedido con Bienestar Social".
Tras el triunfo de la moción, la presidenta del PP vasco y candidata a lehendakari, María San Gil, acusó a los socialistas de no tener "principios ni palabra" y de "no querer el cambio, sino seguir al servicio del nacionalismo".
Los dos partidos saben que la acción conjunta del constitucionalismo, aunque tocada, todavía está a salvo ante una eventual mayoría de ambos partidos tras las elecciones autonómicas de abril. Dirigentes del PP sostienen que, en caso de una mayoría socialista suficiente tras el 17-A, no podrían negarse a facilitar la investidura de un lehendakari socialista.
El titular foral de Presidencia, Javier Guevara, se encargará por el momnento de la cartera de Bienestar Social, hasta que sea nombrado el nuevo diputado. De todas formas, cualquiera de los demás diputados está capacitado legalmente para continuar con la gestión, y de esa manera evitar la paralización de un departamento considerado estrella por su presupuesto y por las coberturas que ofrece a los alaveses.
Quien tomó ayer la palabra en una rueda de prensa para criticar, sobre todo, a los socialistas, fue el principal afectado por la moción, el diputado Aguirrezabal.
"Trabajé con honradez"
Después de hacer un emocionado y largo capítulo de agradecimientos a sus compañeros de gabinete, empezando por el diputado general, arremetió contra quienes, en su opinión, han sucumbido a la estrategia del PNV y de EA.
En las que eran sus primeras declaraciones públicas tras el triunfo de la moción, explicó que aguantó en su escaño la censura y no abandonó el cargo antes porque tiene la conciencia tranquila. "He trabajado con honradez, con aciertos y errores, con responsabilidad, transparencia, y siempre con el objetivo de satisfacer las necesidades de los ciudadanos alaveses sin partidismos. Y no he cometido ninguna irregularidad", aseguró.
Aguirrezabal subrayó que, pese a las críticas de todos los partidos, salvo el suyo -incluso UA, aunque no apoyó la moción-, "los servicios sociales de Álava siguen siendo referencia en el País Vasco, en España y en Europa". Esa frase le sirvió para acusar a toda la oposición de demagogia y de haber emprendido durante la legislatura una "alocada carrera para demostrar quién es más social" con el riesgo que supone plantear nuevos servicios e inversiones sin estudiar los recursos.
Para Aguirrezabal no se puede decir sí a todo porque un desliz podría poner en jaque la financiación de los recursos sociales. El ya ex diputado foral, quien estuvo a punto de emocionarse durante su intervención, calificó la moción de "política", ya que su principal objetivo, a su entender, era desgastar al Ejecutivo foral.
"Los nacionalistas llamaron a la puerta del PSE-EE y los socialistas le han abierto la puerta de par en par para desgastar al mejor Gobierno constitucionalista y al mejor diputado general de toda la democracia. Está claro que el PSE-EE está más cómodo en la actualidad con los nacionalistas de PNV y EA", agregó.
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