"Los responsables del hospital han incumplido sus obligaciones"

Premio Príncipe de Asturias de Investigación en 1999 y responsable del equipo de trasplantes hepáticos del hospital 12 de Octubre, Enrique Moreno es el presidente del Consejo Superior de Sanidad de Madrid, un órgano asesor al Gobierno Madrileño compuesto por expertos sanitarios y que el pasado lunes apoyó todas las medidas adoptadas por la Consejería de Sanidad en el hospital Severo Ochoa.

Pregunta. ¿Por qué han apoyado el cese de la dirección del hospital sin haber quedado demostrado un solo caso de mala praxis médica?

Respuesta. Existen indicios suficientemente graves para ser estudiados en 25 casos. Por ello ha sido creada una comisión de expertos, que los estudiará y remitirá sus conclusiones a la fiscalía. Pese a ello, la causa de los ceses han sido las graves irregularidades administrativas demostradas. Hay historias clínicas en las que no consta el consentimiento informado y en muy pocas están motivados los actos médicos. La documentación de los tratamientos médicos no se ha llevado bien y esto era una obligación de los responsables del hospital que han incumplido, lo que justifica los ceses. Pese a ello, nuestra función no es juzgar, sino hacer recomendaciones para que episodios como éste no vuelvan a suceder.

"Un enfermo terminal no debe ser sedado en urgencias salvo en casos excepcionales"

P. ¿No cree que si se examinara con el mismo rigor a otros hospitales públicos de Madrid serían encontradas las mismas irregularidades?

R. Tal vez, tal vez... Por ello hemos recomendado una comisión que desarrolle un estudio y un plan de mejora de los cuidados paliativos en todos los hospitales. Y ha sido enviada una nota a los gerentes para que se revise el cumplimiento de los protocolos en el tratamiento a los enfermos paliativos.

P. Los trabajadores de las urgencias del Severo Ochoa admiten que en algún caso pueden no haber cumplimentado todos los datos en los historiales clínicos. Pero también recuerdan que han estado años trabajando en unas urgencias saturadas y atendiendo a cientos de enfermos terminales porque no había camas libres en la unidad correspondiente.

R. La Consejería de Sanidad da unos medios para trabajar y los médicos tenemos que hacerlo lo mejor posible. Es nuestra responsabilidad hacerlo dentro de lo que establece la ley y los protocolos. Yo, como médico, asumo mis responsabilidades o me voy. No puedo decir que no tengo tiempo para rellenar documentos fundamentales en nuestra profesión como son los historiales y echar la culpa de ello a Sanidad. Es mi propia responsabilidad.

P. Pero parece que algo ha fallado. Un hospital ha estado incumpliendo las normas y nadie se ha dado cuenta hasta que se hace pública una denuncia anónima...

R. Sí. Han fallado varias cosas, pero se ha actuado con rapidez ante la gravedad de la denuncia. Los responsables del hospital han incumplido sus obligaciones con los documentos médicos y han sido cesados como responsables.

P. Bien. Pero Sanidad también cuenta con inspectores y evaluadores que supervisan la actividad del hospital y éste tiene una comisión de mortalidad que podría haber alertado de las supuestas incidencias. Y nadie ha sido capaz de advertir nada hasta la denuncia anónima.

R. Yo no puedo entrar en si una comisión de mortalidad ha actuado bien o mal. El tema está en investigación y por ello será necesaria más y más información. Parece que alguien no ha tenido interés en que esto saliera, pero al final ha salido porque con el tiempo se sabe todo.

P. ¿Alguien ha ocultado información?

R. No, porque como he dicho, con el tiempo todo se sabe.

P. ¿No le parece sorprendente que Sanidad use como argumento para destituir al gerente, que lleva siete meses en el cargo, la existencia de un espacio en urgencias destinado a los enfermos terminales construido en 2001 por la propia consejería e incluido en todos los documentos, públicos e internos, como uno de los servicios del hospital? ¿Y que las irregularidades encontradas arranquen de mucho antes de su llegada al cargo?

R. Cuando un gerente llega al cargo, debe solucionar las irregularidades o deficiencias del hospital. Un enfermo terminal no debe ser sedado en urgencias, salvo en casos excepcionales. Y si uno lo hace, debe asumir sus responsabilidades. Yo desconocía la existencia de ese espacio, pero es evidente que no debería haber estado allí.

P. ¿Cómo explica el masivo apoyo recibido por el coordinador de urgencias cesado por parte de sus compañeros?

R. Lo importante en este caso es que se sepa la verdad. No debemos olvidar esto, porque es fundamental para la sanidad pública. Es bueno que la sociedad conozca lo que se está haciendo para el bien de la sanidad pública, que aprenda el camino que entre todos hacemos para que cada vez sea mejor. La sociedad debería quedarse tranquila ante la seriedad con la que nos estamos tomado este asunto. Se han depurado responsabilidades y se ha actuado bien. Esto es lo realmente importante. No creo que sea bueno para el hospital que los trabajadores salgan a la calle con pancartas en favor de un médico si se olvida que aquí puede haber pasado algo, que debe investigarse, adoptarse las medidas oportunas y conocerse la verdad. Eso es lo importante.