La eurorregión mediterránea ha de mejorar las comunicaciones

La Eurorregión Pirineos Mediterránea, un espacio que incluiría a cuatro comunidades españolas y dos regiones francesas, es más homogénea en su base económica que otras áreas de la UE, pero debería mejorar las comunicaciones por carretera y tren para consolidar su desarrollo, según un estudio del CTESC.

El presidente del Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña, Rafael Hinojosa, ha presentado hoy el estudio La estructura económica de la Eurorregión Pirineos Mediterránea, el primero que se efectúa sobre esta zona, que incluye las comunidades de Cataluña, Baleares, Aragón y Valenciana y las regiones francesas del Languedoc-Roussillon y Midi-Pyrénées, con una extensión de 180.600 km2 y una población de 17,7 millones de habitantes.

Hinojosa ha explicado que el inicio de la investigación para este estudio es anterior al anuncio del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de apostar por la Eurorregión Pirineos Mediterránea, y que el interés del CTESC se debe a su deseo de intervenir en la construcción de un espacio de colaboración entre estos territorios. La propuesta de Maragall "no es políticamente correcta si se tiene en cuenta cómo se está construyendo Europa, pero es necesaria" y supone "una advertencia" para que la UE tenga en cuenta a las regiones, añadió Hinojosa.

El estudio indica que los servicios y el turismo son dos sectores estratégicos en el desarrollo de la Eurorregión, en la que "se hace necesario mejorar las comunicaciones eludiendo el efecto frontera entre España y Francia, con enlaces ferroviarios casi inexistentes y servicios de carretera aún insuficientes".

Las carreteras han de ocupar, según el estudio, un lugar "preponderante" por la flexibilidad y adaptabilidad que proporcionan (en 2000 ya suponían el 87% del total de las mercancías intercambiadas con Europa), si bien el ferrocarril y el avión "crecerán para ser muy útiles para determinados productos y largas distancias".

Alta velocidad

El tren de alta velocidad es un elemento vertebrador de este nuevo territorio, que debería enlazar el conjunto de ciudades de la Eurorregión, en la que también se hace necesaria la adecuación de la red española al ancho de vía europeo. La saturación de intercambios por carretera y aéreos en Europa "proporciona una oportunidad en la franja mediterránea para las relaciones intercontinentales, particularmente en el área del Pacífico".

El estudio indica, por otra parte, que las seis regiones representan un gran polo de atracción turística, en el que coinciden unas bajas tasas de natalidad y mortalidad, con una población especialmente envejecida en las dos regiones francesas y Aragón, y un aumento de la población extranjera desde el año 1988 comparativamente importante en Baleares y Valencia, y menor en Languedoc-Roussillon. Por lo que se refiere a la renta per cápita, expresada en paridad de poder de compra, la media es de 103,35 en la Eurorregión, mientras que en España tiene un valor ligeramente inferior al 93 y en Francia es del 113,9.