El órdago de Faubel a Aspar
El valenciano, segundo en los 125cc, sube por vez primera al podio
Él sabía lo que valía, pero los demás no. Héctor Faubel , nacido en Liria (Valencia) hace 21 años, estaba convencido de que, si tenía buen material, podría demostrar de lo que es capaz. Deambuló los últimos dos años con una moto de 250cc que no le permitía más que estar en el pelotón. Pero este año se plantó y le dijo a Jorge Martínez Aspar, su jefe, que le diera una ganadora en 125cc. "Ahí la tienes", le contestó el cuádruple campeón mundial. Y Faubel no le ha decepcionado. Ayer fue segundo, a ocho milésimas del ganador, Mika Kallio.
En su historial figuran dos campeonatos de España, uno de 125cc y otro de 250cc, cuando era casi un niño. Eso le permitió entrar en el Mundial, de la mano del equipo de la Federación Española, con sólo 17 años. "Fue muy duro", reconoce ahora; "la moto [Aprilia] no daba para nada. Y, a pesar de todo, hice un sexto puesto en Brasil y un noveno en Valencia en 2004, pero arriesgándome mucho. Incluso me rompí el hombro izquierdo en una caída". Ésos eran sus dos mejores resultados en el Mundial.
Hasta ayer nunca había estado en el podio y nunca había conseguido comenzar una carrera desde la primera línea. Era lógico que no le conocieran. Pero esta semana le vino todo de golpe. Y aprovechó la oportunidad. Estrenó el podio y estuvo a pocos centímetros de conseguir la victoria. Salió como una flecha de la última curva y se acercó tanto a Kallio que hizo creer incluso que había ganado: "Lo pensé, pero luego vi la foto-finish y estaba claro que su rueda iba por delante de la mía".
Faubel tuvo suerte. Cuando comenzó la carrera, estaba tapado por un grupo de cinco pilotos que le habrían puesto las cosas muy difíciles. En la tercera vuelta cambió todo el decorado. Una caída del húngaro Gabor Talmacsi, segundo entonces, obligó a Thomas Luthi, tercero, Fabrizio Lai y Marco Simoncelli a modificar su trayectoria y dejó una gran puerta abierta por la que se coló el español.
De golpe, Faubel se encontró detrás de Kallio. Y llegó incluso a superarle y a liderar la carrera durante cuatro vueltas. Pero, en la penúltima, el finlandés recuperó el primer puesto y ganó. Se convirtió así en el primer piloto de su país que sube a lo más alto del podio de un gran premio desde 1975, cuando Penti Korhonen se impuso en Opatija (Yugoslavia) en 350cc.
"Esto me confirma que puedo estar más arriba", comentó un ilusionado Faubel; "le dije a Aspar que, si tenía buen material y no era capaz de hacerlo bien, yo mismo me retiraría al final de la temporada. Pero esto eleva mi autoestima y demuestra que puedo ganar carreras".
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