Carrillo pide al PP menos crispación para evitar "el caldo de cultivo" en el que crecen los 'ultras'

La agresividad y la virulencia "de la derecha democrática" de España desde que perdiera las elecciones es una de las razones que Santiago Carrillo aduce como hipótesis para explicar la reacción violenta contra él de grupos de la extrema derecha el pasado sábado en Madrid. Carrillo pide "a un partido tan importante como el PP" que modere su forma de hacer política frente al adversario porque esa actitud "produce un caldo de cultivo donde algunas gentes que siguen en la mentalidad de la Guerra Civil, como grupos de Falange, se manifiesten tal y como hicieron en la librería", señaló el ex líder del PCE a este diario.

Todavía está muy disgustado por lo que ocurrió en la librería Crisol de la calle de Juan Bravo de Madrid, donde grupos de Falange trataron de agredirle cuando participaba en una charla sobre el libro Historias de las dos Españas. Pero prefiere no dramatizar y hacer un análisis político de lo que ese acto puede entrañar, y lo une al mitin de Falange de ayer, en el que se justificó ese intento de agresión. "Después de 30 años de la muerte de Franco, y de los pasos por la reconciliación que se han dado y, por tanto, de superación de las dos Españas, ahora, se pone en cuestión esa reconciliación tras la derrota electoral del PP", opina Carrillo. El ex dirigente comunista, que cumplió el pasado enero 90 años, pide "a la derecha democrática que haga un esfuerzo para conseguir una distensión en las relaciones políticas, porque si mantiene la virulencia y la agresividad que ahora practica, siendo como es el PP un partido tan importante para España, los grupos ultra se sentirán animados", advirtió.

Carrillo cree que le eligieron como blanco del ataque por ser "uno de los poquísimos supervivientes republicanos de la izquierda española que, además, fue secretario general del PCE y desempeñó en el franquismo y en la transición un papel destacado". Desde esa perspectiva, cree que concita odios de gente "que mira hacia atrás". Como quiera que el ataque pretendía poner en peligro su integridad física, señaló: "Yo soy un señor de 90 años, e intentar golpearme, a sabiendas de que no puedo defenderme, queda muy lejos de la mitología heroica falangista".

La policía ultimaba ayer "algunos detalles" en las identificaciones de los autores de la agresión que sufrieron cinco de los asistentes al acto, que protegieron a Carrillo: el autor del libro, Santos Juliá; Andrés Galdón, director de las librerías Crisol; el ex ministro socialista Claudio Aranzadi, y los periodistas Pedro Sánchez Ramos y María Antonia Iglesias.

Según fuentes de la investigación, se trata de seguidores de La Falange que estaban perfectamente organizados. Llegaron en varias motocicletas y turismos. Estaban conectados por teléfonos móviles y radiotransmisores. "Conocían a la perfección dónde y cómo se iba a desarrollar el acto. De ahí que se distribuyeran por el local muy rápidamente", señalaron fuentes de la investigación.

Los agentes de la Brigada Provincial de Información esperan realizar algunas detenciones a partir de mañana. Antes pasarán toda la documentación, que incluye las grabaciones de las cámaras de Crisol, y los nombres de las 16 personas identificadas. Será entonces el juez quien determine si se practican arrestos, o si los autores son citados para que presten declaración en sede judicial. Según fuentes policiales, podrían ser acusados de desórdenes públicos y agresión, entre otros delitos.

"Genocida y asesino"

La Falange reunió ayer a unos 2.500 militantes y seguidores (15.000, según la organización) en una manifestación que transcurrió por el centro de Madrid y que reivindicaba la unidad de España. El secretario general del partido, José Fernando Cantalapiedra, no condenó el ataque a Carrillo. Al contrario. Durante el mitin, lo acusó de ser un "genocida y un asesino". "Entendemos que un grupo de gente se manifieste en esa tienda como reacción a ese homenaje, que lo único que hace es reabrir heridas que ya creíamos cerradas", señaló Cantalapiedra. "Ha sido la misma reacción, pero en otro sentido, que cuando fueron atacadas las sedes del PP por parte del PSOE. Nosotros nos desmarcamos tanto del PP como del PSOE, pero entendemos que esas reacciones son precisamente por una provocación", añadió.

Durante el recorrido, que duró dos horas y media, y transcurrió sin incidentes, fueron proclamados insultos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Carillo, entre otros. "Carrillo, genocida, muérete", "Carrillo, jódete", "ETA, al paredón" o "Zapatero, terrorista" fueron algunas proclamas.

[Unas 10.000 personas, según los organizadores, y 4.000 según fuentes oficiales, se manifestaron ayer en Madrid con motivo del 74 aniversario de la proclamación, el 14 de abril de 1931, de la Segunda República y para reclamar la instauración de la Tercera República Española, informa Oriol Güell. La marcha transcurrió sin incidentes desde la estación de Atocha hasta la Puerta del Sol, donde fue leído un manifiesto].