Las protestas callejeras en Ecuador logran la revocación de los jueces del Supremo
Los manifestantes mantienen la movilización y exigen que dimita el presidente
Los 89 diputados del Congreso de Ecuador aprobaron el domingo por unanimidad la anulación del nombramiento de la actual Corte Suprema de Justicia, instaurada hace cuatro meses. Fue entonces cuando la mayoría del Congreso, afín al presidente, Lucio Gutiérrez, destituyó a 27 de los 31 jueces que la formaban. El Congreso decidió la anulación bajo la presión de los ciudadanos que tachaban a Lucio Gutiérrez de corrupto. A pesar de la medida, miles de manifestantes marcharon en las principales ciudades para pedir la dimisión de Gutiérrez.
Se produce ahora un vacío en el poder judicial hasta que no se designe a los nuevos magistrados, quienes no deberán mantener relación directa con ningún partido político.
No queda claro ni resuelto si la nueva Corte, cuando sea designada, podrá revisar las actuaciones de los jueces cesados. Así pues, se podría revisar la anulación del juicio por corrupción contra el ex presidente Abdalá Bucaram, que le ha permitido regresar al país tras ocho años de exilio en Panamá. La anulación la declaró la semana pasada la destituida Corte Suprema de Justicia, presidida por Guillermo Castro, amigo del ex presidente Abdalá Bucaram y de Lucio Gutiérrez. La decisión de Castro y los otros jueces espoleó las protestas de los ecuatorianos en la calle.
Omar Quintana, presidente del Parlamento, al igual que otros diputados cercanos a Lucio Gutiérrez, señaló: "Sería absurdo pensar que lo actuado por la Corte anterior no tiene validez".
La oposición, a su vez, insistió en que, al anularse el nombramiento de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, todo lo enjuiciado durante estos cuatro meses debe carecer por completo de validez jurídica.
La resolución judicial no ha aplacado el descontento popular. Ondeando la bandera ecuatoriana y cantando el himno nacional, la ciudadanía quiteña arreció sus protestas y cercó las inmediaciones del Congreso y del Palacio de Gobierno. Con golpes de cacerolas y de maderas, más de 5.000 manifestantes pidieron la salida de Gutiérrez al grito de "únete Ecuador, fuera dictador" y "Bucaram llévate a tu edecán", asegurando que no pondrán fin a su protesta hasta lograr derrocar al presidente. La multitud llevaba velas encendidas como símbolo de una vigilia en favor de la democracia.
Por su parte, Gutiérrez se desplazo silenciosamente a Babahoyo, una pequeña población de la costa al sur del país, para asistir a un homenaje en su honor, realizado por el gobernador designado por el propio mandatario. Los habitantes presenciaron asombrados el inusual despliegue policial y militar. El jefe del Estado, que aterrizó en un helicóptero en una explanada de la policía, recalcó en su discurso que no existe ninguna posibilidad de que renuncie a su cargo.
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