El PNV considera "razonable" que Ibarretxe opte por gobernar en minoría
El presidente de la ejecutiva del PNV, Josu Jon Imaz, reconoció ayer abiertamente las dificultades para que su candidato a lehendakari, Juan José Ibarretxe, logre reunir una mayoría suficiente de Gobierno, y admitió como previsión "razonable" que el Ejecutivo que consiga formar tenga que gobernar en minoría en la Cámara vasca. Imaz declaró que "las opciones están abiertas" y se negó a descartar nada. Sólo desechó una cosa: la repetición de las elecciones, a que conduciría un bloqueo que impidiera elegir lehendakari en el plazo establecido. "La pelota está en el tejado de la clase política y ésta no tiene derecho a devolvérsela a la sociedad", dijo. "Por complejo que sea, que lo es, tenemos que responder a esta tarea", añadió.
Imaz condiciona los pactos de gobernabilidad a los acuerdos en pacificación y normalización
EA defiende que los comunistas vascos sean "opción preferente" en la política de alianzas
El presidente del PNV avisa de que hay que respetar el derecho de los vascos a decidir su autogobierno
En su primera comparecencia tras la reunión poselectoral de la ejecutiva de su formación, Imaz condicionó los acuerdos para la gobernabilidad a los referidos a la pacificación y la normalización política. Estos últimos deberán basarse, adelantó, en el compromiso con los derechos humanos y la condena de la violencia, y en el respeto a lo que llamó ayer "la capacidad de la sociedad vasca para decidir el autogobierno que quiere", en una nueva formulación del proclamado "derecho de la sociedad vasca a decidir su futuro" que utiliza comúnmente el lehendakari. La "complicidad" en esas materias será básica "a la hora de establecer las políticas de alianzas", afirmó.
La dificultad objetiva de lograr, antes de la formación del Gobierno, pactos en torno a esas dos premisas y a los dos objetivos mencionados, que permanecen pendientes de los dos mandatos anteriores de Ibarretxe, llevó al líder del PNV a admitir como "razonable" la formación de un ejecutivo en minoría. Imaz no se refirió a sus integrantes, pero cabe suponer que pensaba en el tripartito (32 escaños), y tal vez el añadido de Aralar, la escisión de Batasuna que condena a ETA. En esas condiciones, Ibarretxe lograría tantos votos (33) como el candidato socialista, si el PSE decide presentar a Patxi López y el PP lo apoya. Así, precisaría de al menos un voto de EHAK, la candidatura para la que Batasuna pidió el voto.
Sobre las relaciones con ese grupo, Imaz sólo avanzó que el PNV "hablará con todos", pero no se resistió repetidamente a explicitar si le parece suficiente la formulación que realizó EHAK sobre el respeto a todos los derechos humanos, que no incluye la condena a la violencia de ETA, para alcanzar acuerdos.
En ese terreno, Imaz se quedó más atrás de lo dicho por la portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, que sí lo consideró suficiente en su día, y ayer afirmó no ver "impedimentos" para "mantener contactos y, en su caso, alcanzar acuerdos" con EHAK, en la línea más explícita que se expresó también ayer EA. La portavoz afirmó que ese grupo es "tan legal como el PNV, el PSE o el PP". Los tres partidos del Gobierno han dejado ver matices diferentes sobre el particular. Mientras Imaz se mantuvo retraído; EA dijo abiertamente que es la alianza que prefiere, y Ezker Batua sostiene que caben acuerdos puntuales, pero no de fondo y que el apoyo a la investidura de Ibarretxe lo consideraría un acuerdo de fondo.
Imaz reconoció que los resultados obtenidos no han sido los que esperaba su partido, pero reivindicó el mantenimiento del liderazgo, e interpretó su condición de primera fuerza como un mandato social para ejercerlo.
Sobre el futuro del plan Ibarretxe, Imaz dejó entrever la interiorización del convencimiento de que sólo podrá ser rescatada del Parlamento como propuesta de su partido y de EA en una eventual mesa para debatir sobre la reforma estatutaria. "Está en el programa electoral de PNV-EA y es lógico que a una negociación cada uno vaya con su programa y con el apoyo que haya conseguido", dijo.
Tampoco aclaró si ya está descartada la consulta sobre el proyecto, que Ibarretxe prometió tanto en caso de acuerdo como de desacuerdo en torno al mismo.
Cambio de marco
Sus socios de coalición sí lo dejaron, sin embargo, muy claro, en la comparecencia ante la prensa que tuvo el secretario general de EA, Unai Ziarreta, en San Sebastián. "Si algo arrojan los resultados es una apuesta mayoritaria por el cambio de marco", declaró, antes de considerar que el proyecto de nuevo estatuto aprobado mayoritariamente en la Cámara vasca -se negó a denominarlo plan Ibarretxe- es "el único activo, y la premisa fundamental para llegar a un acuerdo".
Según Ziarreta, este proyecto contiene las claves en las que se tiene que basar el acuerdo que lleve a la resolución del conflicto. Éstas son: "el respeto a los derechos humanos, el reconocimiento territorial, el derecho de los vascos a decidir su futuro y las garantías de bilateralidad con el Estado".
Más allá de esta firme defensa del plan Ibarretxe, el dirigente de EA aclaró que su partido es "abertzale y progresista", por lo que tienen muy claro que su opción "preferente" para formar gobierno son las formaciones abertzales como EHAK, Aralar y "EB-IU, en cierta medida". Reconoció que, "evidentemente, con el PP es complicado cualquier tipo de acuerdo" y señaló que "con otras opciones también" en referencia al PSE. Si bien dijo que es "prematuro" descartar un acuerdo con los socialistas.
El 5 de mayo, en La Moncloa
La entrevista entre el lehendakari en funciones y candidato a la reelección por la coalición PNV-EA, Juan José Ibarretxe, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya tiene fecha: el 5 de mayo en el Palacio de la Moncloa. Previamente, Ibarretxe ha cerrado una primera ronda de entrevistas con los partidos que han logrado representación en el Parlamento de Vitoria.
El próximo lunes, 25 de abril, se reunirá primero con el PSE y después con el PP. El día siguiente, se verá con los representantes de EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas), Ezker Batua-Izquierda Unida y Aralar. El miércoles cerrará la ronda con los socios de la coalición nacionalista: el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y la presidenta de EA, Begoña Errazti. La ilegalizada Batasuna ha quedado fuera de la ronda institucional, aunque Ibarretxe habló el lunes con su líder, Arnaldo Otegi. El lehendakari en funciones explorará con los partidos las posibilidades de lograr acuerdos que garanticen la gobernabilidad y la normalización política.
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