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Las obras de la M-30 elevarán a 4.400 millones la deuda del Ayuntamiento

El gobierno municipal mantiene que el endeudamiento es "razonable y asumible"

La empresa municipal Madrid Calle 30 se ha dirigido ya a más de una docena de entidades bancarias españolas e internacionales para pedirles un préstamo de 2.250 millones de euros con el que financiar las obras de reforma de la M-30. Ese crédito, que los bancos concederán a Madrid probablemente el mes próximo y que la ciudad tendrá que devolver a lo largo de 35 años, elevará hasta los 4.375 millones de euros la deuda acumulada de la capital. Madrid ya es hoy, con 2.100 millones, el municipio con el endeudamiento más alto de España en términos absolutos (no en relación con su población), según el último informe del Banco de España publicado ayer por el diario Cinco Días.

El Ayuntamiento de Madrid debía a los bancos, a 31 de diciembre del año pasado, 2.125 millones de euros, 670 millones más (un 46% más) que el año anterior. El gobierno municipal lleva desde 1999 aumentando el recurso a la deuda para afrontar gastos (ver gráfico), pero ha sido en el último año, con Alberto Ruiz-Gallardón de alcalde, cuando el endeudamiento se ha disparado. Y aún crecerá más: el grueso del coste de la reforma de la M-30, 2.250 millones, se pagará con un préstamo bancario que la capital tendrá que ir devolviendo a plazos durante 35 años.

La empresa municipal Madrid Calle 30, que todavía es 100% pública, pero que tendrá un 20% de capital privado antes del verano, aprobó hace tres semanas pedir lo que ya es el mayor crédito solicitado por el Ayuntamiento en toda su historia. El préstamo se hará efectivo probablemente en mayo, según la Concejalía de Hacienda.

La obra de la M-30 cuesta en total 4.000 millones, pero de esa cantidad hay que restar lo que aportará el socio privado, el capital social que ya tiene la empresa (250 millones) y los 1.200 millones de una de las obras, el túnel norte, que la Concejalía de Urbanismo no hará en este mandato.

El último informe trimestral del Banco de España coloca por primera vez a Madrid a la cabeza de las seis principales ciudades del país en volumen absoluto de deuda; hasta ahora, ese puesto lo ocupaba Barcelona, según publicó ayer Cinco Días. En relación con su población (deuda por habitante), sin embargo, Madrid ocupa aún el cuarto puesto, por detrás de Barcelona, Valencia y Zaragoza, aunque probablemente también escalará puestos en esta clasificación cuando el préstamo de la M-30 compute.

PSOE e IU se hicieron eco de los datos del Banco de España para arremeter una vez más contra la política presupuestaria de Ruiz-Gallardón, poco ante de celebrarse el pleno extraordinario en el que los tres grupos (PP, PSOE e IU) votaron por unanimidad la adhesión de Madrid a la Carta de Vitoria, un texto en el que la Federación Española de Municipios y Provincias reclama más competencias para los ayuntamientos y, sobre todo, más recursos financieros.

La edil socialista Isabel Vilallonga encontró "reconfortante" que el Banco de España "dé la razón" a lo que ella denuncia desde hace meses: el uso "enloquecido" (el Banco no entra en esas valoraciones) del recurso a la deuda por parte del gobierno municipal. "Las arcas municipales no pueden sostener este despilfarro", dijo. Vilallonga subrayó que ese volumen de endeudamiento "se duplicará" en 2005, pero no lo explicó por la obra de la M-30, sino por el "incremento absolutamente desaforado de los altos cargos" del equipo de gobierno y del alquiler de edificios para ubicar sedes institucionales, algo que "endeuda a generaciones venideras y a futuras corporaciones". Por su parte, la concejal de IU Concha Denche expresó su convicción de que "este endeudamiento brutal no revierte en la mejora de las condiciones de vida de los madrileños".

"Razonable y asumible"

El concejal de Hacienda, Juan Bravo, admitió que la deuda ha crecido un 46% y que seguirá creciendo, pero aseguró que ese volumen de endeudamiento es "razonable y asumible". "El Ayuntamiento de Madrid es plenamente solvente para afrontar la deuda. El año pasado pagamos 60 millones en intereses, sobre un presupuesto de 4.000 millones. Y la deuda contraída es alta, pero necesaria. Este Ayuntamiento tiene un serio problema de financiación, lo llevo diciendo desde que llegamos al gobierno. Y sólo hay dos formas de afrontarlo: subiendo los impuestos a los niveles que tienen Barcelona, Valencia o Bilbao, o aumentando la deuda", explicó Bravo.

El gobierno de Ruiz-Gallardón ha hecho ambas cosas (aunque sigue entre las ciudades con menor presión fiscal), pero el edil de Hacienda sostiene que ni aun así se han cubierto las necesidades de una ciudad que tiene cada vez más población y más gastos que atender. "Sí, la deuda de Madrid está por encima de la de Barcelona, pero es que Barcelona tiene la mitad de población", subraya el edil.

"Es directamente mentira que la deuda se haya usado para pagar a altos cargos, entre otras cosas porque eso está prohibido por ley", continúa Bravo, que da una lista de las "inversiones" financiadas con cargo a esos 670 millones de deuda el año pasado: 100 millones para el capital social de Madrid Calle 30 y las primeras "obras asociadas", 117 millones para la reforma de la línea 3 de metro, 50 millones para la mejora de la entrada a Madrid por la autovía A-1, y cantidades menores para hacer reformas en colegios, centros de mayores, viales o parques.

El concejal sostiene que la prueba de que los ingresos corrientes del Ayuntamiento (impuestos y recursos aportados por el Estado) no son suficientes para afrontar "ni siquiera los gastos de funcionamiento cotidiano de la ciudad, y mucho menos las inversiones", es que ya el anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, comenzó a aumentar la deuda en su última legislatura.

"En 2003, las inversiones del Ayuntamiento bajaron un 30% y, aun así, la deuda creció [un 28%]. ¿Por qué? Porque el desarrollo de los nuevos barrios y el crecimiento de la población obligan a buscar nuevas fórmulas de financiación. Si no, Madrid se para", insiste Bravo, que asegura que, desde el año 2000, los gastos corrientes de la capital crecen a un ritmo de entre el 10% y el 20% anual.

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