Un informe económico de la policía califica al Chino como el cerebro financiero del 11-M

Jamal Ahmidan, El Chino, fue la clave del 11-M. No sólo fue uno de los jefes de la logística o el lector del texto de amenaza hallado entre los escombros del piso en el que se suicidó en Leganés. Un informe de la policía enviado al juez Juan del Olmo asegura que este peligroso traficante, que llegó a tirotear a un moroso, fue "la figura central en relación con la financiación de los atentados", es decir, el cerebro económico. El comando, gracias a sus oficios, logró reunir 1,6 millones de euros en dinero y drogas, pero no recibió fondos del exterior. El coste financiero de la matanza fue de entre 41.000 y 54.000 euros.

El informe, entregado al juez la semana pasada, ha sido elaborado por la Sección de Investigación Económica de la Unidad Central de Inteligencia de la Comisaría General de Información. Los policías han investigado la situación económica, patrimonial y la vida laboral de los 55 principales implicados.

- Cuentas bancarias. Los agentes han escudriñado 185 cuentas. Se caracterizan "por la escasa cuantía de los saldos" y por la "constante presencia de descubiertos", lo que revela que no tenían "ninguna capacidad de ahorro". Ninguna de las cuentas tiene movimientos entre sí o está interrelacionada, y de las pesquisas "no ha sido posible determinar la existencia de transferencias o movimientos dinerarios de ámbito transnacional con los que se haya contribuido a la financiación de los atentados".

- Patrimonio. La mayor parte de los implicados pertenece "a un estatus social y económico bajo", ya que sólo Abdenabi Kounjaa (suicida) y Mohannad Almallah Dabas tenían pisos en propiedad. El primero la tenía en Parla (Madrid), pero la vendió en 2003 con una plusvalía de 18.000 euros. El segundo conserva una casa en la calle de los Químicos de la capital, con una hipoteca de 152.807 euros con el Banco de Comercio.

- Explosivos y detonadores. Los terroristas se hicieron con 210 kilos de Goma 2 y 260 detonadores, supuestamente facilitados por José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro. En las cuentas de estos dos no se ha hallado "ningún ingreso que pudiera corresponderse con la venta", lo que permite inferir que el pago se hizo "en metálico, en especie o mediante el trueque de explosivos por hachís".

Parte del pago fue un Toyota Corolla, robado en Madrid el 18 de septiembre de 2003, que el Chino entregó a Trashorras. Éste le debía a aquél entre 25 y 30 kilos de hachís. Como el kilo de hachís cotizaba entre 1.275 y 1.500 euros, "el valor de la droga entregada por Jamal Ahmidan alcanzaría un mínimo de 31.875 euros y un máximo de 45.000 euros".

- Inmuebles y teléfonos. Los terroristas tuvieron tres bases operativas. Por la de Morata de Tajuña (Madrid), el Chino pagó 2.520 euros de alquiler, más 2.901 euros por las obras que realizaron Mustapha el Haddar, Hamid Ahmidan y Othman el Gnaout. La casa que no usaron fue una de Albolote (Granada), pero Kounjaa pagó por anticipado 800 euros. Ese dinero formaba parte de los 3.700 euros que Rachid Oulad (que participó en este alquiler, el 6 de marzo) sacó del Banco Popular el 5 de marzo. El piso de los suicidas en Leganés lo arrendó Belhadj, que desembolsó 1.800 euros. Los teléfonos y tarjetas costaron 1.250.

- Armas. La policía ignora el coste de las armas y cómo fueron conseguidas, pero subraya que es "altamente probable que fueran utilizadas" por el grupo de Ahmidan en sus actividades delictivas previas a la organización del atentado. Eran dos subfusiles Sterling y una pistola Astra robada a un militar en 1997. El Chino le pegó un tiro en la pierna en Bilbao a un conocido el 31 de diciembre de 2003.

- 'Caja de resistencia'. Los terroristas habían acumulado 52.295 euros en metálico para seguir actuando. La mayor parte del dinero estaba en Leganés (25.635 euros) y el resto en casa de Jamal Zougam (7.650 euros) y en otra de la calle del Cerro de los Ángeles (Madrid) en la que vivían familiares del Chino. Allí había 19.010 euros.

- Drogas. En la última casa citada, el Chino acaudalaba 59,2 kilos de hachís y 125.800 pastillas de éxtasis. Calculando que el precio del hachís y de las pastillas (a 10 euros la unidad), los agentes cifran la reserva entre 1.353.677 euros y 1.537.663 euros.