Una mujer ahoga en su casa a sus hijos de 8 meses y dos años y luego se lanza al vacío
La familia, del distrito barcelonés de Nou Barris, era apreciada por sus vecinos
La policía de Barcelona recibió ayer una llamada a las 10.10. "He ahogado a mis hijos", dijo una voz de mujer que especificó su dirección del distrito barcelonés de Nou Barris. Cuando las patrullas llegaron al domicilio encontraron los cuerpos de los dos pequeños, de ocho meses y dos años, en la bañera. María Rosa M. A., de 35 años, se había arrojado al vacío desde la terraza del edificio y fue trasladada al hospital de Vall d'Hebron en estado grave. La noticia causó estupor en el barrio de la Prosperitat, donde la familia era conocida.
La mujer fue hallada consciente en el patio de luces del edificio por la policía autonómica. Allí mismo, según Efe, explicó que había matado a sus hijos para no dejar "cargas" antes de suicidarse y que aprovechó un día en que su marido estaba ausente porque con él en casa no habría sido capaz de hacerlo. María Rosa residía en el primer piso del número 56 de la Via Júlia, en el distrito de Nou Barris. Un piso más abajo, en el principal, viven sus padres, que tuvieron que ser atendidos y trasladados a un hospital por el choque emocional que sufrieron al conocer lo ocurrido. El compañero de la presunta homicida y padre de los dos niños fue localizado posteriormente en Girona, ciudad a la que se había desplazado en la mañana de ayer, según informaron portavoces de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.
Cuando las patrullas policiales del distrito llegaron al domicilio encontraron la puerta abierta y en el baño, dentro de la bañera, los dos cuerpos sin vida de los pequeños. En el piso no había nadie más. La madre, malherida, fue descubierta en el interior del patio de luces. María Rosa había decidido suicidarse y subió a la azotea del inmueble, de seis pisos de altura. Saltó, y en su caída fue topando y rompiendo algunos tendederos de ropa del patio de luces. Finalmente, cayó sobre un tejado de uralita a la altura del piso principal, que es el domicilio de sus padres.
Una vecina del inmueble oyó un fuerte golpe en el interior del patio al tiempo que, prácticamente, llegaban las patrullas de la policía y la ambulancia. Por eso, desde el primer momento la hipótesis policial fue que la mujer se arrojó al vacío instantes antes de que llegasen los efectivos de la comisaría del distrito. María Rosa fue trasladada al hospital de Vall d'Hebron en estado grave con politraumatismos.
La noticia corrió de inmediato, primero en el inmueble y luego en el barrio de Prosperitat, donde la familia, procedente de Graus (Huesca), era conocida. En el piso principal residen los padres de María Rosa, que tiene un hermano que también vivió en el barrio. La familia llevaba años afincada en el distrito de Nou Barris, donde regentó el bar Coral, que estaba situado en los bajos del inmueble, según testimonios de los vecinos. El establecimiento actualmente es un bazar. Por eso, no pocos de los vecinos que se concentraron en la calle poco después del trágico suceso se referían a la mujer y a sus padres por sus nombres.
Costurera
En una cosa coincidían las cábalas y conjeturas de los vecinos: se trataba de una familia aparentemente normal sin problemas de desestructuración. Los dos miembros de la pareja trabajaban juntos, ella como costurera de una empresa en la que él era el encargado, según vecinos del barrio. El mayor de los niños acudía a la guardería 23 de Abril, en el barrio, y al pequeño solían cuidarle los abuelos. Maite, una mujer que tenía relación con María Rosa, comentó que hacía apenas una semana coincidieron en un parque, ambas con sus respectivos hijos: "Hablamos un buen rato y no percibí nada extraño; al revés, parecía contenta". "Ayer estuvo mirando juguetes y estaba como siempre, normal, simpática", explicaba la encargada de una tienda.
La policía aclaró que no había denuncias de lesiones ni malos tratos. El compañero de María Rosa, M. A., fue localizado en Girona, donde fue informado de la tragedia. Se encontraba en esa ciudad con su hermano. El fuerte impacto emocional que sufrió al conocer la noticia le impidió declarar. Un familiar comentó a la policía que María Rosa parecía últimamente deprimida.
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