El filme checo 'Vaterland' desconcierta y divierte con su mezcla de géneros

La sección oficial prosiguió ayer su prometedora propuesta con un filme singular. No cabe otro calificativo para la checa Vaterland, de David Jarab, una película que transita por varios géneros y que tiene todos los ingredientes de las cult movies. Es un thriller fantástico y una comedia negra, pero sobre todo es una película desconcertante que hoy se verá también en Altea, otra sede del festival, al igual que la SGAE, que ayer visitó el actor cubano Jorge Perugorría.

El actor cubano presentó en la SGAE el documental 'Iré Habana. Ni fresa ni chocolate'

La película se sitúa en dos planos temporales: el pasado representado por la casa señorial y el presente de quienes la revisitan medio siglo después. Presenta un escenario claustrofóbico, acentuado por el omnipresente vuelo de las moscas, y está poblada por humanoides salvajes y conflictos familiares subyacentes que van creando una atmósfera de la cual es difícil abstraerse.

El resultado es, cuanto menos, desconcertante, porque la apuesta de Jarab no deja nunca indiferente, sea para bien o para mal. Vaterland es un thriller fantástico, pero también un filme de terror, una parábola sobre los fantasmas interiores y una comedia negra, salpicada de toques humorísticos que la convierten, si cabe, en más cruel a medida que avanza en su desarrollo.

La película checa, precisamente, se presenta hoy en Altea, otra de las sedes de Cinema Jove. Su director tardó cinco años en producirla y 30 días en rodarla. Como en ediciones anteriores, Altea alberga una programación con presentaciones, proyecciones y la participación de los directores y actores. Los actos y proyecciones se realizan en el Centre Social desde ayer y hasta mañana. Junto al largometraje de Alex de la Iglesia, Crimen Ferpecto, se proyectarán las películas El juego de la verdad, una comedia de Álvaro Fernández Armero y el polémico biopic El Lobo, de Miguel Courtois.

También la SGAE de Valencia colabora con Cinema Jove. El documental Iré Habana. Ni fresa ni chocolate se presentó ayer dentro de las proyecciones especiales de Cinema Jove. Se trata de un homenaje musical y visual a la ciudad de La Habana y a su gente. "Con este documental hemos intentado ofrecer una mirada a través de la música y la imagen de la ciudad de La Habana y de la gente que habita en ella", explicó el actor y director Jorge Perugorría, responsable, junto al cineasta cubano Ángel Alderete, del documental, según manifestaciones recogidas por Efe. En Iré Habana suena la música del compositor José María Vitier, quien, junto a Silvio Rodríguez, Bárbara Yanes, Jorge Reyes y Yaroldi Abreu, forma el equipo responsable del proyecto.

La música, la religión, la fe y la duda son algunos de los temas que se concentran en este documental -el segundo de Perugorría, codirector de otro documento sobre el grupo Habana Abierta-, que recoge la forma en que se llevó este proyecto. Fragmentos de la vida de los cuatro músicos protagonistas de esta historia permiten ilustrar un poco la realidad cubana, cada uno demostrando lo que mejor sabe hacer, con multitud de contrastes por las diferencias que existen tanto en sus orígenes como en su formación, aunque unidos por el destino que impone la capital isleña.