El primer español de Abramovich

Asier Del Horno, de 24 años, se despidió ayer del Athletic para jugar las tres próximas temporadas en el Chelsea del magnate ruso Abramovich dejando en las arcas del club bilbaíno un mínimo de 12 millones de euros y un máximo de 18 si consigue jugar 240 partidos (o medios partidos) con el club londinense. En su diario, Del Horno puede escribir algunas anécdotas estadísticas: es el primer español contratado por Abramovich ("probablemente el único que podía pagar estas cantidades por mi traspaso", dijo Del Horno en rueda de prensa) y, al mismo tiempo, se convierte en el traspaso más caro del Athletic a lo largo de su historia. Hasta ahora el líder era Karanka, con los 1.000 millones de pesetas que abonó el Real Madrid en 1997.

El Athletic cerró en la noche del martes el acuerdo con Peter Kenyon, director del Chelsea, que contempla un primer pago de 6 millones de euros en julio, otros seis millones en enero de 2006 y otros seis millones variables en función de los partidos jugados por el futbolista en competiciones oficiales. Del Horno ha firmado por tres temporadas (con opción a otras dos) con unos ingresos de dos millones netos por temporada, cuatro veces más de lo que percibía en Bilbao. "Una oferta irrenunciable" según afirma el jugador, "y una buena oferta para el club" según señaló el presidente, añadiendo que, además "se cumple la tercera condición: que haya alternativas en los equipos inferiores". Para cerrar el acuerdo, el Athletic se ha reservado un derecho de recompra en el supuesto de que el Chelsea quiera traspasar a Del Horno a un equipo español.

José Mourinho ha sido el principal garante de una operación que tuvo momentos complicados "aunque en ningún caso peligró el traspaso", afirmó ayer Lamikiz. Jorge Mendes, el representante del técnico portugués, ha sido, según el presidente del Athletic, un hombre importante en dicha negociación. "Lo importante para Del Horno es que cuenta con todo el apoyo del entrenador y eso es algo importante cuando se emprende una aventura como ésta", apuntó Lamikiz. Del Horno también ha hablado con el polémico técnico del Chelsea, que confía en su poder atacante y en su capacidad para hacer goles a pesar de ser un defensa. Este hecho ha causado una cierta sorpresa, ya que hasta ahora los grandes clubes de la Premier se habían fijado en mayor medida en futbolistas del centro del campo hacia adelante, y difícilmente pagaban cantidades similares por un defensor. "Del Horno será un jugador importante en el Chelsea si mantiene el gol", ha llegado a decir Mourinho, sin duda impresionado por el buen juego aéreo del internacional español y el efecto mediático de sus goles contra Inglaterra (con la selección) y contra el Real Madrid (4 con el Athletic).

Del Horno es ahora un hombre feliz pero aturdido. "¿Es duro plantearse esta aventura cuando ha estado toda la vida en el Athletic?", le preguntaron en la conferencia de prensa. Su respuesta fue sincera: "Un poco bastante".

Lo cierto es que en el Athletic el traspaso se ha entendido como un beneficio. El presidente ya había dicho que de materializarse supondría para el club un superávit en la cuentas de 8 millones de euros aunque ayer subrayó: "Eso no significa que seamos austeros o tacaños en el futuro".

Los traspasos han saldado las deudas de un club que compraba caro y vendía barato, salvo excepciones. En 1965, la venta de Garay al Barcelona (5,5 millones de pesetas) construyó la Tribuna Norte, luego vendió a Alexanco por 100 millones al Barcelona, a Zubizarreta por 750.000 euros al mismo sitio, a Alkorta al Madrid por 2,1 millones de euros o a Karanka por 6 millones. Pero a cambio compró a Etxeberria (17 años) por 550 millones de pesetas en 1995 o a Ríos, el cénit del orgullo, por 2.000 millones de pesetas. Los que ahora recupera.