"Temo que África no logre ninguno de los Objetivos del Milenio"
Zéphirin Diabré nació en Burkina Fasso (uno de los países más dependientes de la ayuda internacional) y, como Administrador Asociado del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tiene que hablar en los foros en inglés, pero de tú a tú usa el francés y confía en que su hija, estudiante de castellano, le enseñe este idioma. Diabré tiene muy presente que los problemas del subdesarrollo exigen cada vez más el entendimiento y la colaboración de todos. Inauguró la pasada semana en Madrid el seminario Objetivos del Milenio (ODM): una responsabilidad compartida, organizado por la Fundación Carolina.
Pregunta. Su función es insuflar ánimos para el cumplimiento de los ODM, pero cuando acaba sus discursos ¿es realmente optimista?
Respuesta.Lo soy en cuanto a la pobreza considerada globalmente: va a descender, sobre todo porque países de la importancia y la demografía de China e India están desarrollándose a gran velocidad. Y habrá también un gran avance en la universalización de la educación primaria.
P. ¿Incluso para las niñas?
R. Ay, eso no: no llegará a conseguir para 2015 la paridad entre niños y niñas.
P. ¿Y África, puede tener algún género de esperanza?
R. La esperanza es que, aunque el tiempo no corra a nuestro favor y sólo falten 10 años para la fecha marcada para el cumplimiento de los ODM, se trata de un tema crucial, de auténtica vida o muerte. Pero, en efecto, África es quien lo tiene más difícil: temo que no logre ni uno solo de los ODM. Pero le digo a usted tres motivos de esperanza para África: la democracia y la sociedad civil avanzan a todo lo ancho del continente; los dirigentes han comprendido, por fin, la situación; y existe una real voluntad política por parte de la comunidad internacional de resolver los problemas africanos.
P. ¿Qué medida es la que esa comunidad internacional está más lejos de tomar?
R. Un cambio claro de las reglas de la política comercial, sobre todo de la agrícola. Dos tercios de los pobres del mundo que sobreviven con un euro al día, y lo mismo o más sucede en África, son campesinos. Y esa gente no puede comerciar con sus productos en igualdad de condiciones en la esfera mundial, porque los países ricos se blindan con unas estrategias defensivas: el resultado es que no hay posibilidad para los países pobres de jugar paritariamente.
P. El 6-8 acaba de hacer un gesto con la condonación de la deuda a 18 de los países más empobrecidos. ¿Puede ser una señal de que habrá más recursos económicos para instituciones de Naciones Unidas como el PNUD o el Fondo Global contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis?
R. Hay indicios de una mayor atención por parte de los países ricos a sus obligaciones con las agencias de la ONU. De hecho, no puedo sino elogiar el modelo de cooperación español que me ha transmitido la secretaria de Estado, Leire Pajín, y que supone un aumento este año del 54% de la aportación española al PNUD y un claro compromiso con los ODM y de modo especial con la problemática de los países africanos.
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