El Museo Arqueológico de Vizcaya costará 3,5 millones y abrirá en 2007
La remodelación de la vieja estación de Lezama no cambiará su aspecto exterior
La vieja estación de Lezama y un edificio adosado de nueva construcción, en el Casco Viejo de Bilbao, estarán listos a principios de 2007 para albergar los fondos arqueológicos que ahora custodia el Museo Vasco con agobiante escasez de espacio. El futuro Museo Arqueológico de Vizcaya, dispondrá de cerca de 3.500 metros cuadrados repartidos en cinco plantas, en las que se distribuirán instalaciones para exhibir, almacenar y estudiar los restos hallados en este territorio. Las obras costarán 3,5 millones de euros.
La remodelación de la estación de Lezama, en la plaza de Unamuno, ya ha comenzado. El proyecto del Museo Arqueológico de Vizcaya, realizado por el gabinete de arquitectura Oneka, prevé habilitar en su interior cerca de 1.000 metros cuadrados de superficie y conservar su aspecto exterior, de manera que no se altere su integración en el paisaje urbano del Casco Viejo. "Hasta el reloj de la fachada volverá a funcionar", aseguró la diputada de Cultura, Belén Greaves. Las novedades quedan reservadas para la nueva construcción, que se extenderá por la parte trasera de la vieja estación en una zona pendiente de reurbanización.
El nuevo edificio tendrá las fachadas de hormigón y alabastro, un material traslúcido que, cortado en láminas de tres centímetros de grosor, permitirá tamizar la luz natural y crear un ambiente propicio para la exposición de las piezas arqueológicas. El alabastro quedará enmarcado en hormigón, que a su vez tendrá a la vista las huellas del encofrado de madera usado en la construcción.
El nuevo edificio sumará otros 2.500 metros cuadrados de superficie. La estación de Lezama y el edificio de hormigón y alabastro quedarán unidos por un patio interior y formarán un complejo de cinco plantas, dos de ellas sótanos de unos mil metros cuadrados, construidos bajo los andenes de la estación, que se destinarán a almacenes.
La distribución del espacio se adaptará a la triple función de centro de depósito de materiales, de investigación y de divulgación. El proyecto prevé destinar un espacio a las colecciones de referencia, de uso restringido a investigadores, laboratorios y un taller de restauración. Asimismo, tendrá un servicio de archivo y biblioteca. Las dependencias abiertas al público para la difusión del patrimonio arqueológico contará con una sala de exposiciones permanentes, distribuida en dos alturas conectadas con una rampa, en la que se presentarán los materiales en orden cronológico. Este espacio se complementará con una sala de exposiciones temporales y un taller pedagógico.
"Sera un edificio integrado y descompuesto", explicó el arquitecto Aitor Fernández. En busca de una mayor integración, el tejado del edificio nuevo será plano y quedará cubierto por plantas. Las obras en la estación comenzaron a finales del pasado año y aún faltan cerca de dos años más de trabajos. El proyecto ha cuidado especialmente la eficiencia energética del edificio y contará con un aislamiento superior en un 40% al exigido por la ley.
Más etnografía
El depósito de los restos arqueológicos "hipoteca", en palabras de Greaves, el Museo Vasco. Las piezas, desde sedimentos y restos óseos a cerámicas, serán trasladadas al Museo Arqueológico, situado a un centenar de metros en el otro lado de la plaza Unamuno, tan pronto como el edificio esté disponible. Liberado de su custodia, el Museo Vasco podrá dedicar mayor atención a la etnografía.
El Museo Arqueológico será 100% propiedad de la Diputación de Vizcaya. El Departamento de Cultura estudia con el Ayuntamiento de Bilbao la formación de un órgano de gestión conjunto. Greaves adelantó ayer que se está valorando la constitución de "una fundación, entre otras alternativas".
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