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Reportaje:EL SUMARIO DEL 11-M

Un chalé para la guerra santa

La policía sostiene en su último informe sobre la casa donde se planificó el atentado que era un centro de terroristas islamistas

La parcela número 2 del Polígono 44 de Chinchón, en las cercanías de Morata de Tajuña, a unos 45 kilómetros de Madrid, albergó durante semanas a seis de los siete terroristas islamistas que se suicidaron en un piso de Leganés apenas 21 días después de cometer el mayor atentado que ha sufrido España.

La investigación policial y judicial ha reconstruido, basándose en lo encontrado en esa finca, la vida en un chalé que ha podido ser en los últimos años el centro de otras conspiraciones terroristas relacionadas con lo que los islamistas denominan "guerra santa", según los agentes que han buscado pistas en la parcela de Chinchón.

En el sumario instruido por el juez Del Olmo figura el último informe policial sobre todas las investigaciones relacionadas con la casa donde se prepararon las bombas que mataron a 191 personas que viajaban en la mañana del 11 de marzo de 2004 a bordo de cuatro trenes de cercanías.

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Las principales conclusiones de ese informe, sobre el que el juez ha levantado el secreto de sumario, son las que siguen:

- Propietarios. Los dueños de la parcela de Chinchón son Nayat Fadal Mohamed y su marido, Mohamed Needl Acaid. Éste fue procesado por el juez Baltasar Garzón por supuesta pertenencia a banda armada, en relación con el sumario 35/01 sobre la célula de Al Qaeda en España vinculada a los atentados de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Mohamed Needl, según la investigación de Garzón, es uno de los muyahidin que Abu Dahdah -cerebro de la célula española de Al Qaeda- envió a Bosnia. Tras su regreso a España, en 1996, trabajó junto a otra persona en labores de apoyo financiero y de ayuda a la infraestructura de la Yihad Internacional. Needl, según la policía, usó en aquel periodo tarjetas de crédito falsas, "defraudando casi dos millones de pesetas e intentado defraudar otros siete millones...".

Por todas estas cuestiones, los investigadores no descartan "que la mencionada finca [donde se preparó el atentado del 11-M] haya sido utilizada ya con anterioridad como parte de la infraestructura del movimiento yihadista al que estaba adscrito Needl".

- Primer arrendatario. Mustapha El Maymouni (preso en Marruecos por su implicación en los atentados de Casablanca) alquiló la finca en octubre de 2002. Maymouni era amigo de Abu Dahdah (preso y a la espera de sentencia como cerebro de la célula de Al Qaeda en España). Maymouni dejó la casa para volver a Marruecos, donde fue detenido en mayo de 2003 al ser relacionado con los atentados de Casablanca.

- El Tunecino, intermediario. Para alquilar la casa, Maymouni se valió de Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, al que la policía atribuye desde el principio un papel principal en la preparación y ejecución de los atentados del 11-M.

El Tunecino era cuñado de Maymouni -estaba casado con una de sus hermanas- y se suicidó junto a otros seis terroristas en el piso de Leganés al verse acorralado por la policía.

- El Chino, nuevo arrendatario. El 28 de enero de 2004, apenas 42 días antes del atentado, la finca de Chinchón es alquilada a Youssef Ben Salah, identidad falsa usada por Jamal Ahmidan, El Chino, el terrorista del 11-M que se encargó de conseguir la dinamita para los atentados y que, como El Tunecino, se suicidó en el piso de Leganés. Como intermediario del alquiler también intervino El Tunecino. Como el propietario estaba en prisión, como consecuencia del procesamiento de Garzón, en el contrato de alquiler firmaron en su lugar Walid Altarakji y Mohamed Badr Ddin.

Tomando como base todos estos alquileres, los investigadores apuntan en su informe: "No hay que descartar que hubiese sido el propio Sarhane [El Tunecino] el que sugirió o tomó la decisión de ubicar en Chinchón la base de operaciones para la planificación y preparación de los artefactos explosivos utilizados en los atentados del 11-M, dado que era un lugar apartado y que reunía ciertas condiciones de intimidad".

- El explosivo. "Fue trasladado directamente desde Asturias a la finca de Morata, siendo almacenado en el zulo construido a tal efecto y al que se incorporan paneles de porexpán para su aislamiento". En el interior de la finca, según el informe policial, "fue planificada, al menos en una parte del área operativa, la ejecución de los atentados del 11 de marzo, así como la preparación de los artefactos explosivos". Entre los datos que aportan los investigadores para hacer esta afirmación figura el seguimiento de las tarjetas de los teléfonos móviles usados por los terroristas para fabricar sus bombas. Dichas tarjetas fueron activadas "como primera y última vez bajo la estación base de Morata de Tajuña".

En los trabajos de construcción del zulo, según la investigación, intervinieron dos ciudadanos marroquíes que están en prisión y que la policía "no descarta" que conocieran el objetivo último de la obra que hacían.

- Perfiles genéticos. Por si fueran indicios insuficientes, los estudios de huellas y de perfiles genéticos de las distintas pruebas recogidas en la finca han identificado dentro de la casa de Chinchón a seis de los suicidas de Leganés, a los que se encontraron explosivos y detonadores de la misma partida que la robada en la mina Conchita y que la utilizada en los atentados de los trenes.

En el chalé de Chinchón estuvo, según la investigación, el ex minero José Emilio Suárez Trashorras, que facilitó a los terroristas supuestamente el robo de los explosivos utilizados en el atentado de los trenes.

En la parcela también estuvieron algunos agentes de la Guardia Civil unos días antes del atentado del 11 de marzo de 2004 como consecuencia de una denuncia vecinal, que había sospechado de una actividad irregular dentro de la finca.

Los agentes visitaron el chalé, hicieron una inspección visual desde fuera y concluyeron que, de haber alguna irregularidad, se refería a que los inquilinos de esa vivienda podían ser trabajadores sin permiso de residencia en España.

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