Regreso al sonido más salvaje y al espíritu más provocador
Los Rolling Stones han decidido echar el resto. Para acompañar a su gira Onstage, que comienza el domingo 21 de agosto en Boston, han preparado un disco intenso y extenso: A bigger bang contiene 16 canciones, cuando muchas superestrellas se conforman con sacar 10. Dado el pausado ritmo de producción de los Stones -Bridges to Babylon, su anterior colección de temas nuevos, salió en 1997-, es probable que A bigger bang sea uno de sus últimos discos de estudio y parece como si se hubieran empeñado en hacer una exhibición final de sus legendarios poderes. Con una portada sombría, influida por la estética de pintores como Caravaggio, el disco pretende aspirar a la categoría de "clásico".
En 'Sweet neo con', Jagger escupe su bilis contra los actuales señores de Washington, maldiciendo su política internacional
Iniciado a finales de 2004, A bigger bang se remató en París durante la pasada primavera y se mezcló en Los Ángeles al inicio del verano. Con el productor Don Was, los Stones perfilaron un método de trabajo que evitó la dispersión y aceleró todo el proceso: mucha concentración, la mínima gente en el estudio. De hecho, Mick Jagger, Keith Richards y Charlie Watts -el núcleo duro, los supervivientes de la formación original- resolvieron prácticamente solos seis piezas (aunque eso obligó a que el cantante también tocara guitarra, bajo, teclados, percusión o armónica); el cuarto miembro oficial del grupo, Ronnie Wood, sí aparece en las restantes 10 canciones, que abarcan desde cortantes descargas de funk-rock hasta melodías aptas para las radiofórmulas.
A bigger bang podría considerarse como un disco perdido de los Rolling Stones de finales de los años sesenta o principios de los setenta: no aparecen coros femeninos ni metales ni concesiones a los paradigmas sonoros dominantes en el siglo XXI. El blues, su pasión original, es evocado seriamente en Back of my hand. Keith Richards se marca dos interpretaciones vocales: This place is empty es una balada de corazón en la solapa, cercana en espíritu a los clásicos lamentos de honky tonk que aprendió al lado del difunto Gram Parsons; Infamy es un insidioso tiempo medio donde Richards se queja de ser prejuzgado por su mala fama... en asuntos amorosos.
Con su agitada vida sentimental de los últimos años, nadie se puede extrañar de que las nuevas letras de Mick Jagger contengan confesiones de arrepentimiento, encuentros con mujeres fatales, ofertas de dulces placeres, retratos de la soledad del millonario y, como no, alguna despedida envenenada. Sin embargo, la canción que se escapa de esa temática tan jaggeriana es la que está armando el gran alboroto, a pesar de que todavía no ha sonado en las emisoras (el "escándalo" ha sido destapado en Estados Unidos por un reportaje de la revista Newsweek). Se trata de Sweet neo con, un blues tribal donde Jagger escupe su bilis contra los actuales señores de Was-hington, esos republicanos que se autodefinen como neoconservadores, maldiciendo su política internacional y las relaciones peligrosas entre el Pentágono y el sector privado. Podría estar dedicada al presidente George W. Bush -una posibilidad que ha negado inmediatamente Virgin Records, la repentinamente aterrada discográfica y la propia banda- o al vicepresidente, Dick Cheney, por la referencia a la empresa Halliburton, pero parece ajustarse más a su mano derecha, Condoleezza Rice. La pista está en el adjetivo sweet (dulce), ya utilizado por Jagger para referirse a otra mujer negra, aunque en las antípodas políticas de la actual secretaria de Estado: Angela Davis, icónica militante marxista, que fue celebrada en Sweet black angel, una canción lanzada en 1972, cuando estaba encarcelada.
De cualquier manera, en inglés el contundente mensaje resulta aplicable a cualquier sexo: "Te llamas cristiano/a, yo pienso que eres un(a) hipócrita / dices que eres un(a) patriota, yo pienso que eres un montón de mierda". Esa última palabra garantiza por sí sola que A bigger bang lleve la etiqueta de explicit lyrics ("letras explicitas"), que en Estados Unidos dificultará su venta a través de poderosas cadenas de tiendas. A bigger bang, se edita mundialmente el 5 de septiembre. Para abrir el apetito, tres canciones -Streets of love, Rough justice y Back of my hand- ya están disponibles en varios servicios de venta de música online. Las dos primeras saldrán en single -tanto de CD como de vinilo- al día siguiente del comienzo de la gira.
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