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Bruselas envía a los Veinticinco un plan para levantar el bloqueo a los textiles chinos

José Montilla achaca el conflicto a los importadores que se niegan a cumplir los acuerdos

Peter Mandelson, comisario de Comercio de la UE, preparó ayer en Bruselas la propuesta que va a elevar a los Gobiernos comunitarios para desbloquear todas las prendas chinas retenidas en las aduanas de la Unión por carecer de licencias de importación al superar los límites pactados con Pekín en junio pasado. Mandelson está convencido de que su plan -del que no ha dado detalles- será aceptado por los Estados y por Pekín. Mientras, el ministro español de Industria, José Montilla, achacó la crisis textil a "importadores que quieren forzar que no se cumplan los acuerdos".

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Bruselas ha puesto en marcha el procedimiento para desbloquear este conflicto, por el que millones de prendas -desde camisetas hasta pantalones y sujetadores- procedentes de China permanecen retenidas en los puertos comunitarios. Tanto el comisario como el ministro español quisieron dejar claro ayer que el abastecimiento de los comercios está asegurado y hablar de lo contrario no es ajustarse a la verdad. "No hay que echar las culpas a nadie", dijo Mandelson.

El comisario volvió ayer de vacaciones acuciado por la necesidad de dar solución a una crisis que estalló virulentamente mientras él disfrutaba del agosto de la Toscana: millones de prendas de vestir llegaban a los puertos europeos desde China y no podían ser despachadas a sus destinos finales por no contar con las licencias de importación. La patronal europea del comercio alertó sobre pérdidas de cientos de millones de euros, sobre posibles quiebras y sobre el inevitable desabastecimiento de prendas de vestir para este otoño-invierno.

Mandelson explicó ayer que la crisis se ha producido por la fuerza torrencial de las exportaciones chinas, que puso a prueba un sistema burocrático para ejecutar el acuerdo de autolimitación alcanzado el 10 de junio en Shanghai que no estuvo a la altura de las circunstancias. Entre otras cosas, porque no entró en vigor en la Unión Europea hasta el 12 de julio.

Sistema burocrático

"El ingente volumen de productos que estaban en tránsito antes del acuerdo y las grandes cantidades autorizadas inmediatamente después [hasta el 12 de julio] superaron los preparativos para hacer cumplir el acuerdo", dijo ayer. "Por definición, esas circunstancias no volverán a repetirse", afirmó el comisario.

Durante ese mes, los Estados siguieron concediendo licencias de importación que iban a resultar en la superación de los términos pactados con China (de incrementos entre el 8% y el 12,5%, según categorías de productos). China también estuvo lenta en la puesta en marcha de la maquinaria administrativa. "Comisión, Estados miembros y los chinos tienen cada uno una parte de responsabilidad en lo ocurrido, pero nadie en particular es culpable", señaló Mandelson.

Pese a los intentos de resolver el problema en negociaciones con China, hasta ahora no ha habido acuerdo. "En estas circunstancias, no puedo aceptar que los comercios de la UE se vean injustamente castigados por la aplicación del acuerdo con China y he puesto en marcha los procedimientos para desbloquear los productos".

El comisario está explicando sus planes en conversaciones telefónicas a diversos ministros de la UE, mientras los expertos de Comercio daban forma legal al plan para liberar las decenas de millones de prendas retenidas en las aduanas de la UE. Asesoraban en los trabajos los especialistas que desde el jueves de la semana pasada estuvieron en Pekín tratando de solucionar el conflicto y volaron el domingo hacia Bruselas sin haber conseguido ningún acuerdo en firme en sus maratonianas negociaciones.

La propuesta será formalizada en la reunión del jueves de la Comisión, y elevada luego de forma oficial a los distintos Gobiernos de la Unión, con sensibilidades e intereses contrapuestos (los movidos por el sector comercial del norte frente a los influidos por la industria textil del sur) y sometida al veredicto de China.

Mandelson considera que su posición de equilibrio entre los distintos intereses se ve favorecida por la reunión de representantes de los Estados de la pasada semana, en la que unos y otros estuvieron de acuerdo en que era necesario y urgente dar una salida a la crisis. China tiene también algo que decir sobre lo que se resuelva.

Obligación moral

El comisario espera que no haya objeciones irresolubles: los negociadores europeos llegan con una idea de lo que pueden aceptar los chinos y, además, China "tiene la obligación moral de contribuir a solucionar el problema". En la Comisión no aventuraban el calendario en que se puede desarrollar todo el proceso, "porque la situación está evolucionando a toda velocidad", comentó una fuente. Si hay acuerdo con los Estados, bastaría una enmienda al pacto de junio y tendría efecto inmediato. Pero el procedimiento variará, según sean las propuestas aceptadas. "Quizá para mediados de septiembre se produzca el desbloqueo", señaló la fuente.

Mientras, el ministro español de Industria, Turismo y Comercio dijo que el problema derivado de la inmovilización de productos textiles procedentes de China "lo han creado importadores que ahora quieren forzar que pura y simplemente no se cumplan los acuerdos". En declaraciones a Radio Nacional recogidas por Europa Press, Montilla descartó que esta crisis suponga un riesgo de desabastecimiento y atribuyó las declaraciones en este sentido a "la ignorancia o la mala fe".

Sobre la resolución del conflicto, Montilla confió en que los representantes de la UE alcancen un acuerdo con los responsables chinos que contemple la inclusión del material retenido en las cuotas de importación del año próximo, pero sin desvirtuar el acuerdo bilateral.

El comisario Peter Mandelson, durante la conferencia de prensa convocada en Bruselas.
El comisario Peter Mandelson, durante la conferencia de prensa convocada en Bruselas.REUTERS

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