La oposición afirma que Aguirre pretende privatizar el metro

La izquierda regional (PSOE e IU) no quiere que se rompa el actual sistema tarifario y de gestión del metro. Propugna que las nuevas líneas sean gestionadas y financiadas como hasta ahora por la Comunidad. El anuncio del vicepresidente primero, Ignacio González, de que el Gobierno regional cederá a empresas privadas la gestión de las futuras líneas del metro ha levantado las quejas en la oposición parlamentaria. María Dolores de Cospedal, consejera de Transportes, aseguró ayer que, a pesar de las concesiones a empresas privadas, nada cambiará.

José Quintana, portavoz socialista de Transportes e Infraestructuras en la Asamblea de Madrid, afirmó ayer que "la gestión privada del metro es una experiencia ya fracasada, que va a traducirse en un nuevo aumento del precio del billete". A su juicio, "el modelo expuesto por el PP se basa en derrochar el dinero de los madrileños para beneficiar los negocios de unos pocos privados".

El portavoz socialista recuerda experiencias anteriores de gestión privada como la M-45, el TFM (tren de Arganda) y el cercanías a San Martín de la Vega. "El modelo de concesión utilizado en la M-45 supone que la obra cuesta a los madrileños entre un 40% y un 60% más que si se hubiera realizado con el presupuesto público", señala.

Quintana considera que "en el caso del TFM, la empresa privada que lo gestiona se lleva en compensación 11 millones, y la recaudación no llega a un tercio con los gastos de explotación. Es de escándalo el dinero y el suelo aportado por la Comunidad en relación con el servicio ofrecido y las ganancias que desde hace tres años y hasta 2029 se embolsará el explotador".

Unidad de gestión

"Romper la unidad de gestión del metro, lógicamente, puede suponer un aumento de la ineficacia. Sin duda va a resultar más caro y va a suponer la puntilla al progresivo caos al que se aboca la red metropolitana", asegura Quintana, para quien "la finalidad del servicio es que aumenten los viajeros, no tener líneas fantasmas que sólo benefician a determinados privados".

Por su parte, el portavoz de IU en la Asamblea, Fernando Marín, acusó también al Gobierno de Esperanza Aguirre de "querer privatizar por etapas Metro de Madrid como aplicación de la doctrina liberal". "El PP usa el servicio del metro como arma de propaganda con las anunciadas ampliaciones, cuyos costes son astronómicos y sus trazados, en muchos casos, discutibles", según Marín, que acusó también a la Administración regional de "abandonar y marginar los planes de transporte público en superficie, que son mucho menos costosos".

A Marín le "resulta llamativa la distinción que hace el Gobierno entre líneas nuevas y nuevos tramos de líneas antiguas. Son distinciones de leguleyos para vender mejor la privatización que, según parecen desear los representantes del PP, irá avanzando para afectar a todo el sistema, lo que resulta de todo punto inaceptable", añadió.

Asimismo, el portavoz parlamentario de IU hizo un llamamiento a los ciudadanos: "Para defender nuestro servicio de metro, que es de todos, y no permitamos que trucos contables y discursos más o menos europeos entreguen la red subterránea a las manos que siempre son y serán, al menos en Madrid, los lobbies privados".

Pero la consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, explicó ayer que el hecho de que empresas privadas gestionen las nuevas líneas del suburbano no "significa su privatización", ya que "seguirían estando integradas absolutamente en la red de Metro".

De Cospedal aseguró que esta "fórmula de financiación" está en estudio por parte del Ejecutivo autónomo desde comienzos de legislatura pero, sobre todo, a partir del cambio de calificación de la deuda de Mintra [empresa pública con la que se financia la construcción del metro], cuya deuda es contabilizada ahora como déficit de la Comunidad. Por ello, la consejera insistió en que este sistema no significa una privatización del servicio. "Nunca hemos hablado de eso en el Gobierno", aseveró.

Por otra parte, la consejera anunció que el precio del peaje del futuro túnel de la M-50 bajo el monte del Pardo "estará entre dos y tres euros", en función del resultado del concurso para la concesión de este tramo, que cerrará el tercer anillo de circunvalación de Madrid.

De Cospedal reiteró el compromiso del Gobierno regional de respetar "absolutamente" esta área protegida.