Trafalgar en la memoria
Vencedores y vencidos homenajean en Cádiz a los muertos hace 200 años en la batalla naval
Un espectáculo en Trafalgar Square y un oficio en la catedral de San Pablo, ante la tumba del almirante Nelson, culminarán el domingo en Londres los fastos conmemorativos del combate de Trafalgar, del que hoy se cumplen dos siglos. La Royal Navy lleva casi un año celebrando la derrota de la flota hispano-francesa, que aseguró al Imperio Británico el dominio de los mares. El pasado 28 de junio, la reina Isabel de Inglaterra presidió en la bahía de Portsmouth una parada naval con 167 buques de guerra de 36 países, incluidos dos españoles.
La conmemoración española será mucho más sobria. El ministro de Defensa, José Bono, y el presidente andaluz, Manuel Chaves, embarcarán hoy en el portaaviones Príncipe de Asturias para arrojar al mar, a 12 millas del puerto de Cádiz, frente al cabo de Trafalgar, seis coronas de laurel. Acudirán también los embajadores del Reino Unido y Francia, Stephen Wright y Claude Blanchemaison, ya que el Príncipe de Asturias irá escoltado por las fragatas Chatham, británica, y Montcalm, francesa.
España ha advertido al Reino Unido de que no sería admisible mezclar a Gibraltar con el acto de hoy
"Los ingleses son muy libres de celebrar su victoria, pero no aquí", explica el director de Relaciones Institucionales de Defensa, Leopoldo Stampa. "Nosotros no tenemos nada que celebrar, pero igual que se recuerda a las víctimas de un atentado, al cumplirse el aniversario, merece la pena rendir homenaje a quienes dieron su vida en estas aguas", agrega. "Los ingleses vienen a honrar a los muertos. Los suyos y los de los demás".
España no tiene nada que celebrar. El himno de la Armada lo deja claro cuando sitúa "en Lepanto la victoria y la muerte en Trafalgar". El 21 de octubre de 1805 murieron unas 4.000 personas, más que en el ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York. Muchos tripulantes españoles eran reclutas forzosos y más de un tercio, soldados de Infantería que no habían navegado nunca.
España se vio embarcada en una guerra que servía a la estrategia de Napoleón -quien la invadiría tres años después- y su flota fue sacrificada por decisión del almirante francés Villeneuve, que desoyó los consejos del jefe de la escuadra española, Federico Gravina, quien abogaba prudentemente por hacerse fuerte en Cádiz y evitar el encuentro en mar abierto con los ingleses.
Pero todo eso es historia. Hoy acudirán al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz) 13 descendientes de españoles que combatieron en Trafalgar (Churruca, Alcalá Galiano, Gravina, Uriarte...), junto a tres de Villeneuve y dos de los británicos Nelson y Collingwood. Se trata, según Stampa, de ilustrar la "reconciliación histórica" entre tres países que fueron enemigos acérrimos y hoy son socios y aliados.
Aunque aún subsisten recelos. Por ejemplo, España ha hecho saber al Reino Unido que no sería admisible que, tras el acto de hoy, la fragata Chatham hiciese escala en Gibraltar. Y es que la colonia británica tiene su propio programa de celebraciones, que incluye la inauguración el próximo viernes de una estatua de Nelson.
Por parte española, el homenajeado no será un militar, sino un escritor, Arturo Pérez-Reverte, quien recibirá la Gran Cruz del Mérito Naval por haber sacado -con su novela Cabo Trafalgar- a los marinos ilustres del Panteón para ponerlos en las librerías. El año pasado, en EPS, lanzaba un pronóstico fallido: "El año que viene es el 200º aniversario de Trafalgar. Seguro que los ingleses tienen un programa apabullante de actos. En cambio, no dudes de que aquí no se hará nada. La historia no da votos ni dinero".
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