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Castellanos Moya trata con ironía las huellas de la barbarie

'Insensatez' aborda el genocidio de los indígenas en Latinoamérica

Andrea Aguilar

A los 10 años de leer unos informes sobre las masacres de indígenas a manos del Ejército en Guatemala, Horacio Castellanos Moya todavía sentía "algo podrido dentro". En su nueva novela Insensatez (Tusquets), el escritor y periodista centroamericano conjura la muerte y la barbarie a través del sarcasmo y de la risa. "No escribo para cambiar nada, éste es un libro para reírse del horror", asegura.

Sobre el efecto pernicioso de la violencia, sobre la manera en que uno queda contaminado para siempre por ella aunque sea a través de la lectura de testimonios, habla con mordacidad el escritor Horacio Castellanos Moya (1957, Tegucigalpa) en su nueva novela. Salvadoreño nacido en Honduras, el autor de Insensatez (Tusquets) ha padecido la guerra civil y el exilio y llega a Madrid procedente de Francfort, donde disfruta del programa Ciudades refugio.

Un corrector de estilo protagoniza esta nueva historia del autor de Donde no estén ustedes. El "insensato" acepta el encargo de revisar un informe sobre el genocidio padecido por los indígenas en un país latinoamericano. Una cooperante española, un soldado uruguayo y hasta un simpatizante etarra se cruzan en la extraña vida que el lector, instalado en el arzobispado de la ciudad, emprende con este encargo y que le conducirá al delirio. El Ejército y la Iglesia -"presentes en todas las guerras civiles de Latinoamérica"- aparecen también en la novela y fue en parte por ello por lo que el autor decidió que el protagonista debía ser ateo. "Esta historia puede suceder en cualquier lado, está planteada así porque no quiere hacer una denuncia expresa. La novela está montada a partir de un caso paradigmático", explica.

Castellanos Moya califica de "mal endémico" la violencia que asoma por las páginas de su libro, trastorna a su protagonista y todavía hoy asuela su país. "A partir de los setenta la violencia se impuso y se quedó. La sociedad sigue siendo tan violenta como durante la guerra civil. Pasadas dos o tres generaciones, es algo muy difícil de revertir. El placer de matar se puede convertir en hábito".

Dice no confiar en el poder redentor de la literatura -"sólo se trata de una expresión de voluntad o de fuerza"- y se muestra escéptico sobre su posible función como terapia colectiva. "No creo que haya redención para cierto tipo de cosas. El humor es lo que siempre es subversivo, pero yo no escribo para cambiar nada. Nos reímos de la muerte porque es tan común que es la única manera de conjurarla".

Más que de cinismo, Horacio Castellanos trata en Insensatez de las manías persecutorias, que pueden degenerar en comedia, a las que conduce la barbarie. "La violencia se reproduce a partir de procesos emocionales muy rápidos. En el libro no hay un solo hecho violento, pero el protagonista lee sobre eso y a partir de la lectura entra en la dinámica de la paranoia".

Como el indígena cachiquel que dice no estar "completo de la mente", en uno de los testimonios que lee el protagonista de Insensatez, el escritor argumenta que esto mismo se puede aplicar a los países que sufren esa constante violencia. "Después de la barbarie, un pueblo no está completo de la mente, ni tampoco emocionalmente. Los procesos de sanación o compostura después de esta violencia del pueblo contra sí mismo son muy complejos". El caso de Alemania -país en el que reside temporalmente- y de cómo se ha enfrentado a su pasado genocida, le lleva a pensar en las circunstancias que lo pusieron en marcha. "El proceso de examen es producto de una derrota. En Salvador nadie ganó la guerra y todavía hoy las instituciones que participaron en esos conflictos no han reflexionado. Los ejércitos no han expresado ni la más mínima disculpa o aceptación de lo que hicieron".

Tan próxima al hombre está la literatura como el mal, "que se desplaza de continente todo lo más", asegura Castellanos Moya. Advierte contra las falsas seguridades: "Yo no me confiaría. El ser humano necesita muy poquito para enloquecer colectivamente".

Horacio Castellanos Moya.
Horacio Castellanos Moya.LUIS MAGÁN

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Sobre la firma

Andrea Aguilar
Es periodista cultural. Licenciada en Historia y Políticas por la Universidad de Kent, fue becada por el Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su trabajo, con un foco especial en el mundo literario, también ha aparecido en revistas como The Paris Review o The Reading Room Journal.

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